La dictadura encabezada por Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua anunció la liberación de 1,500 reclusos comunes para el próximo 30 de mayo, coincidiendo con el Día de las Madres nicaragüenses.
Sin embargo, esta medida ha generado críticas debido a la continuación del encarcelamiento de 138 presos de conciencia en celdas de máxima seguridad.
La codictadora Rosario Murillo, a través del canal oficialista Canal 4, anunció que se otorgarán “1 mil 500 beneficios legales de convivencia familiar” como parte de las celebraciones en homenaje a las madres.
La tirana afirmó que esta medida busca dar una “nueva vida” y “senderos de dignidad” a aquellos “que han cometido errores”.
Entre los amnistiados están autores de asesinatos, homicidios, violaciones, asaltos armados y otro rosario delitos graves.
Nuestro amigo, Henry Blass, cumple 243 días injustamente en una cárcel de la dictadura de Ortega en Nicaragua. Demandamos su libertad y la de todos los presos políticos. ¡Son inocentes! #LibertadYa #LibertadParaLosPresosPoliticos pic.twitter.com/4eyTdnP5pt
— AUN (@AUNNicaragua) May 6, 2024
Sin embargo, estas liberaciones no están exentas de polémica. En el pasado, reos liberados bajo el régimen de convivencia familiar han reincidido en delitos aún más graves, lo que ha generado preocupación en la sociedad nicaragüense.
Esta no es la primera vez que el gobierno de Ortega y Murillo lleva a cabo una medida de este tipo. El pasado 19 de abril, en la víspera de la Semana Santa, Murillo ordenó la liberación de otros 1,500 reos comunes bajo la figura de “convivencia familiar”.
Desde 2014 hasta 2023, se estima que más de 46,000 presos por delitos comunes han sido excarcelados en Nicaragua.
En 2023, la dictadura Ortega Murillo excarceló un total de 7,500 reos comunes bajo el régimen de convivencia familiar.
El 2022 cerró con un total de 4,850 presos comunes excarcelados bajo ese mismo régimen.
En 2021 fueron excarcelados más de 4,000 y en 2020 fueron más de 8,000 los liberados.
Muchos de ellos han sido insertados a las estructuras políticas del Frente Sandinista en los barrios y otros han pasado directamente a trabajar para la policía del régimen.
Mientras tanto, 138 presos de conciencia continúan tras las rejas, recordando el sombrío panorama de represión política que persiste en el país desde 2018.
Muchos de estos presos fueron detenidos durante las protestas antigubernamentales que estallaron en abril de hace años, las cuales fueron violentamente reprimidas por las fuerzas gubernamentales y paramilitares.
La liberación selectiva de reos comunes contrasta con la persistente represión hacia aquellos que disienten del gobierno.
La acción del régimen para silenciar la disidencia ha dejado un saldo de 355 muertos, miles de heridos y detenidos, torturados y desaparecidos, así como decenas de miles de exiliados, según informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En este contexto, la liberación de reos comunes parece más un intento de distraer la atención de la comunidad internacional de las violaciones a los derechos humanos que continúan ocurriendo en Nicaragua, más que un verdadero gesto de conciliación y paz.