La prohibición de la dictadura nicaragüense para las procesiones religiosas de Semana Santa obligó a los fieles en distintas parroquias a realizar pequeños actos en los patios de los templos, porque el régimen no permitió que las manifestaciones religiosas se realizaran en las aceras o banquetas.
En la Catedral de Nuestra Señora del Rosario en Bluefields, la cabecera de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, las procesiones del Viernes Santo, las más importantes de la temporada, tuvieron que realizarse en los espacios internos al aire libre y sin la presencia de los creyentes.
Se informó que la policía les impidió expresar su fe y costumbres.
La intención era hacer el vía crucis en la banqueta.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo prohibió todas las actividades de Cuaresma y Semana Santa. El Miércoles Santo reportaron en diferentes localidades que la policía del régimen persiguió a los jóvenes que trataban de representar los actos religiosos.