La guerra de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia Católica sigue despiadadamente. Esta vez expulsaron al sacerdote italiano Fray Domingo Pepe, quien residía en el país centroamericano desde 1970.
El sacerdote de la orden franciscana menor, abandonó Nicaragua esta semana después de que el régimen sandinista le cancelara su residencia y le ordenara la salida inmediata.
El religioso, de 83 años, ya estaba retirado y habitaba en el municipio de Río Blanco, departamento de Matagalpa, al norte de la capital Managua.
“Ya le habían quitado su residencia y le dieron un tiempo para que saliera y ya ayer se fue de Río Blanco”, comentó una feligrés.
Fray Domingo Pepe nació en Nápoles, Italia, el 13 de agosto de 1939 y llegó como párroco al municipio de Matiguás, departamento de Matagalpa.
Luego fue transferido en misión a Río Blanco en julio de 1970, cuando el territorio era una zona montañosa y agreste alejada del desarrollo urbano, por lo cual ayudó a hacer obras de progreso y educación.
El religioso italiano era amigo y fue instructor de fe de monseñor Rolando José Álvarez Lagos, quien cumplirá un año en cautiverio y es uno de los presos políticos del régimen Ortega-Murillo.
El religioso era una figura de mucho respeto en su comunidad. Varios gobiernos locales lo declararon hijo dilecto, le dedicaron torneos deportivos y hay monumentos y calles con su nombre como homenaje por los muchos años de aporte social, cultural y religioso.
Desde las protestas sociales de 2018, la dictadura sandinista le ha declarado la guerra a la iglesia católica y el clero, a cuyos miembros ha atacado, golpeado. amenazado, expulsado, desterrado, exiliado, confiscado sus bienes y cuentas y apresado y condenado a cárcel.