Tres religiosas centroamericanas que estaban a cargo de un hogar de ancianos en Nicaragua fueron expulsadas por la dictadura de ese país, en una nueva arremetida del régimen de Daniel Ortega en contra de la iglesia Católica.
Según información recopilada por ACI prensa y acreditada a medios locales, Ortega echó a las costarricenses Isabel y Cecilia Blanco Cubillo, y a una guatemalteca a quien sólo identifican como Teresa, a quienes se les dio 72 horas para dejar el país.
Las religiosas tenían a su cargo el asilo de ancianos “López Carazo” en la ciudad de Rivas, en la Diócesis de Granada, a cuyo obispo, monseñor Jorge Solórzano, la dictadura habría notificado la expulsión.
Sin embargo, ni el obispo ni la diócesis se han pronunciado al respecto.
Se informó que las costarricenses estaban ya en su país de origen.
El obispo de Tilarán-Liberia, monseñor Manuel Eugenio Salazar, manifestó su deseo de ayudar a las religiosas en lo que necesiten.
“Es un honor que sus pies de Esposas de Cristo pisen estas tierras, la Diócesis de Tilarán-Liberia está abierta para ustedes. ¡Gracias por su entrega a Cristo y a su Iglesia!”, escribió en Facebook el religioso.
“Sigamos orando por la Iglesia en Nicaragua y especialmente por Monseñor Rolando Álvarez que ha cumplido dos meses de prisión. ¡María, Madre Inmaculada, defiende y protege a Nicaragua!”, agregó en alusión a la condena de 26 años que recibió el obispo nicaragüense.