Dictadura nicaragüense niega el ingreso al país de sacerdote de Managua

Un sacerdote que viajó a Bolivia y luego a Estados Unidos no pudo ingresar al país, porque Migración reportó a la aerolínea que él tenía prohibido su regreso.

Las autoridades migratorias negaron el ingreso a Nicaragua al sacerdote Juan Carlos Sánchez, quien viajó a Bolivia por labores pastorales y luego a Estados Unidos por motivos pastorales, pero al intentar volver a su país la aerolínea le notificó que tenía prohibido el ingreso.

El sacerdote es vicario de la parroquia San Francisco de Asís, en Managua, capital de Nicaragua.  

Cuando él se disponía a regresar a Nicaragua, la Dirección General de Migración y Extranjería ya había notificado a la aerolínea que no tenía autorización de regresar al país, dijo Martha Patricia Molina, investigadora de asuntos religiosos, quien confirmó que ya son 11 los sacerdotes nicaragüenses desterrados a través de este mecanismo. 

La situación fue confirmada por una fuente de la Arquidiócesis de Managua.

Este mecanismo ha sido utilizado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo para exiliar a ciudadanos que tras estancias cortas fuera del país, se topan con el impedimento.

La otra forma que ha sido utilizada por el régimen es la expulsión de los extranjeros, como las monjas que han sido expulsadas en los últimos meses, o el caso de las hermanas de la Fraternidad Pobres de Jesucristo, ubicadas en León, que la policía orteguista asaltó su casa de oración y que posteriormente fueron expulsadas 4 religiosas de origen brasileño.  

Son ya 84 religiosos (sacerdotes y monjas) los que han tenido que dejar Nicaragua desde 2018 a la fecha. Además, en los últimos 5 años, se estima que 44 religiosos y 40 monjas han salido de Nicaragua, según la información recogida por la investigadora Molina. 

A eso se suma el encarcelamiento de 5 sacerdotes de distintas partes del país, a la cabeza del obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, Rolando Álvarez.

 

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