Dictadura nicaragüense quiere restarle credibilidad a Iglesia Católica, dice sacerdote español

El obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez fue arrestado en agosto y en enero fue acusado de delitos políticos, condenado a 26 años de cárcel.

El sacerdote español Pedro Lanzas, de la orden de los Hermanos Predicadores, aseguró que la dictadura nicaragüense mantiene su imparable persecución contra la Iglesia Católica, en un intento de romper con su liderazgo y credibilidad y porque es un importante contrapeso “moral” del régimen de cara a la ciudadanía.

“La táctica emprendida por la pareja Ortega Murillo es terminar con el liderazgo de los agentes de pastoral: obispos, sacerdotes y laicos, creando miedo y ahuyentando al pueblo católico de la participación religiosa”, afirmó.

Sostuvo que Daniel Ortega y su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo, se enfrentan a la iglesia “porque para ellos, el cristianismo llegó con los grandes imperios: España, Europa en general y Estados Unidos, y Rosario lo que promueve es un sincretismo religioso, en una mentalidad esotérica y desde ahí critica a la religión católica y quiere terminar con la presencia del liderazgo de la Iglesia”.

En este contexto, la abogada e investigadora Martha Patricia Molina destacó que “la dictadura sandinista desde siempre ha mantenido a la Iglesia católica bajo vigilancia, porque es la institución que goza de credibilidad en todos los ámbitos”. 

Añadió que “la verdad que emana de la Iglesia católica le incomoda a la dictadura porque están acostumbrados solo a las adulaciones”.

Dictaduras de Cuba y Venezuela se quedan cortas con Ortega-Murillo

El Vaticano durante años ha estado en medio de los momentos más convulsivos de los regímenes dictatoriales como Cuba y Venezuela, sin embargo estos dos países jamás han llegado a romper relaciones diplomáticas con la Santa Sede, como sí lo ha hecho Nicaragua. 

“Es el único país del continente americano que ha llegado a esos extremos”, de quebrar las relaciones diplomáticas con la Santa Sede, en 162 años, reflexiona el religioso español.

Aunque Molina sostiene que la dictadura ya había roto relaciones con la Santa Sede y lo único que hizo recientemente fue formalizar ese divorcio, “porque se vio sin salida alguna ante las informaciones brindadas por los medios de comunicación independientes”.

El régimen no soportó las declaraciones del Papa Francisco del pasado 10 de marzo cuando lo comparó con la dictadura hitleriana. En respuesta, el gobierno de Nicaragua planteó formalmente la suspensión de relaciones con el Vaticano.

“La comunidad internacional debe condenar este exabrupto de la dictadura porque solo demuestra la incapacidad de convivir en democracia, pero más aún deberían de sancionarlos y condenarlos por todos los ataques que siguen cometiendo en contra de la Iglesia católica”, añadió Molina.

Dividir es la tarea de la dictadura

El sacerdote dominico señaló que Ortega-Murillo se encuentra fortaleciendo la división religiosa por medio de los grupos evangélicos sin un liderazgo común que los aglutina, ni planteamientos para promover un compromiso en la sociedad”.

En relación a ello, el régimen recientemente puso a los pastores evangélicos a través de los medios oficialistas a defenderlos y a compartir el mensaje que todo está bien en el país centroamericano. La disertación se hizo mediante los miembros del Consejo Nacional de Pastores Evangélicos en Nicaragua, el pasado miércoles, en una carta pastoral divulgada en medios de propaganda del régimen. 

Los pastores que evidenciaron estar del lado oficial de Nicaragua, arremetieron en contra del Vaticano y Estados Unidos.

Molina, quien además es autora del informe Nicaragua: Una Iglesia perseguida, donde denuncia que la Iglesia católica en Nicaragua ha sufrido 396 ataques en los últimos 4 años, sostuvo que “la Iglesia católica es la única que ha quedado a nivel nacional denunciando las arbitrariedades que a diario se cometen en el territorio nacional”.

Por su parte el padre Lanzas, aseguró que Murillo quiere “destruir en la conciencia del pueblo” y con ello el liderazgo que tiene la Iglesia católica universal, el papa, cardenales y obispos, “ofreciendo a sus seguidores una lectura sesgada de la historia de la Iglesia, presentando sus errores cometidos a lo largo de la historia como una institución corrupta”. 

En cuanto al arresto y condena de monseñor Rolando Álvares, el dominico aseguró que “es una actitud radical e irracional del régimen que tiene graves consecuencias internacionales y que a la vez ha “provocado ya una gran solidaridad internacional”.

Además, Molina estima que la actitud y odio del régimen contra el obispo Álvarez se debe a que monseñor “le arruinó los planes de la dictadura al querer desterrarlo del país”.

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