La dictadura de Daniel Ortega celebrará otro aniversario más de su violento ascenso al poder en 1979 en una plaza pequeña, bajo estrictas medidas de seguridad y alejado de las menguadas masas de fanáticos que antes celebraban en plaza abierta la fiesta partidaria.
El operador político del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y secretario general de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno, anunció que la fiesta anual del FSLN será en una plaza recién remozada en los predios del antiguo estadio nacional de béisbol.
Moreno, sancionado por Estados Unidos por corrupción y violación de derechos humanos, anunció que este 2023 la actividad sandinista la realizarán en la llamada Plaza de la Dignidad, costado norte del viejo estadio de beisbol.
El operador sandinista, mano derecha de Rosario Murillo, la sancionada esposa del dictador Daniel Ortega, explicó a la prensa oficialista que para el acto del 19 de julio realizarán múltiples actividades por municipios y un solo evento central donde, como siempre, la figura central es el septuagenario líder del FSLN.
Años antes, la fiesta del partido señalado de crímenes de lesa humanidad se celebraba en las dos plazas más grandes de Managua: Plaza de la Revolución y Plaza La Fe. Sin embargo, desde el año 2019, Ortega y su clan se han venido separando de las fiestas masivas a plaza pública y ahora restringen la participación, eligen a quienes participan y obligan a fanáticos y empleados públicos a consumir las celebraciones desde la televisión en cadena.
El operador de los Ortega-Murillo dijo que además del acto central celebrarán 218 eventos más en todo el país, con la expectativa de participación de 500 mil nicaragüenses de todas las edades.
La base social del FSLN, según encuestas independientes, pasa por su momento más raquítico: según Cid Gallup en julio de este año la simpatía hacia el FSLN cayó de un 16% a 13% en Nicaragua. Más de 600 mil nicaragüenses han migrado desde 2018, incluyendo simpatizantes sandinistas que han llegado a Estados Unidos luego de borrar sus redes sociales y cuentas donde exaltaban al dictador y su régimen.
El 19 de julio de 1979, guerrilleros sandinistas se hicieron con el poder tras derrocar a la dictadura de Anastasio Somoza. Desde entonces iniciaron un régimen que restringió las libertades públicas y los derechos humanos hasta que en 1990, en elecciones libres, fueron derrotados por Violeta Chamorro.
Daniel Ortega volvió al poder en 2007 gracias a un pacto con Arnoldo Alemán y desde entonces ha ganado fraudulentamente todas las elecciones y ha prohibido todos los partidos políticos opositores, cerró los medios de comunicación y ha perseguido ferozmente a la Iglesia Católica, periodistas y a todos sus críticos, generando un régimen totalitario sin precedentes en Nicaragua.