La prohibición de las procesiones y otras actividades muy populares y tradicionales de la Semana Santa se mantienen y muestra de ello es que la policía de la dictadura nicaragüense persiguió a los jóvenes que en Nindirí, Masaya, trataban de representar a Simón el cirineo, el hombre que según la historia católica ayudó a Jesús a cargar la cruz en su calvario.
Según las denuncias, que se hicieron en redes sociales y que fueron acompañadas con fotos y videos, los agentes, después de decirles que no están permitidas las actividades religiosas católicas, comenzó a perseguir a los que participarían de la actividad.“Nos empezaron a seguir como que fuéramos unos delincuentes y lo único que queríamos hacer es cumplir con una tradición religiosa y cultural que hemos tenido por varias generaciones”, le dijo uno de los “cirineos” al periódico digital nicaragüense Confidencial.
Expresos políticos liberados en febrero denunciaron desde el exilio las acciones represivas de la dictadura de Daniel Ortega y su mujer y vicepresidenta Rosario Murillo.
Ortega-Murillo mantiene una serie de ataques contra la Iglesia Católica con la que no solo ha prohibido las tradiciones de la Semana Santa, sino que también ha condenado a cárcel a un obispo crítico del régimen, ha roto relaciones con el Vaticano y ha expulsado a religiosos del país.