EsEl subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Brian A. Nichols, criticó enérgicamente las recientes reformas constitucionales impulsadas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.
El funcionario las calificó como una maniobra para perpetuar su poder y consolidar su dinastía.
“Condenamos las maniobras de la corrupta Asamblea Nacional de Nicaragua para cambiar, sin revisión ni debate, la Constitución con el fin de consolidar más poder en manos de Ortega y Murillo”, declaró Nichols en su cuenta de X.
Según el funcionario estadounidense, estas acciones reflejan una estrategia para intensificar la opresión contra el pueblo nicaragüense y profundizar el aislamiento internacional del país.
Las reformas, enviadas por Ortega a la Asamblea Nacional controlada por el oficialismo, eliminan los límites del control presidencial, fortalecen el control del Ejecutivo sobre los Poderes del Estado, y otorgan a Ortega y Murillo poderes adicionales para legislar y crean las bases para la sucesión dinástica.
Además, se endurecen las penas contra quienes el régimen considere “traidores a la patria”, una categoría usada para criminalizar a opositores políticos y periodistas independientes.
El pronunciamiento de Nichols se suma a las críticas de la comunidad internacional, que ve estas medidas como un golpe definitivo a la democracia en Nicaragua, consolidando un régimen totalitario que limita aún más los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos.