La administración Biden condenó el miércoles los intentos del dictador nicaragüense Daniel Ortega de desacreditar a la Iglesia Católica acusándola de un plan ilegal de lavado de dinero.
El Coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, calificó de “inaceptables” los últimos ataques contra la Iglesia Católica y dijo que la administración está actuando para “promover la rendición de cuentas”.
El 27 de mayo, la Policía Nacional de Nicaragua, controlada por la dictadura del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, publicó una declaración acusando a la Iglesia Católica de varios delitos, incluido el lavado de dinero por parte de la Diócesis de Matagalpa.
“Ha habido un dramático deterioro del respeto por los principios democráticos y los derechos humanos por parte del régimen de Ortega-Murillo, incluido el acoso y el encarcelamiento de líderes democráticos, miembros de partidos políticos de oposición, líderes religiosos, como usted dijo con razón, incluso de la Iglesia Católica, estudiantes y periodistas”, dijo Kirby.
“Esto es inaceptable. Condenamos estas acciones”, continuó Kirby. “Ya hemos tomado una serie de medidas para promover la rendición de cuentas por las acciones del régimen de Ortega-Murillo, incluso mediante la imposición de sanciones, y seguiremos haciéndolo”.
Durante años, el Departamento de Estado estadounidense ha impuesto sanciones contra el régimen de Ortega, incluidas sanciones a funcionarios nicaragüenses y empresas estatales por represión y acciones antidemocráticas.