El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, sostuvo una reunión oficial en Washington con el ministro de Defensa salvadoreño, René Merino Monroy, en la que calificó de “impresionante” el avance de El Salvador en la lucha contra organizaciones terroristas extranjeras bajo el gobierno del presidente Nayib Bukele.
Durante el encuentro, Hegseth también resaltó el compromiso salvadoreño por fortalecer sus capacidades militares, lo que permitirá ampliar la cooperación en defensa mutua con Estados Unidos. Ambos funcionarios acordaron continuar desarrollando sus relaciones bilaterales en el ámbito militar.
“La relación entre nuestros países es más fuerte que nunca y apenas está comenzando”, dijo Hegseth al inicio de la reunión, señalando además que las acciones del país centroamericano contra el crimen organizado sirven de modelo para otras naciones del continente.
Uno de los puntos subrayados por el secretario de Defensa estadounidense fue la decisión de El Salvador de encarcelar a deportados con antecedentes delictivos, una acción que calificó como un ejemplo de cooperación bilateral.
Cabe destacar que Hegseth estuvo también en Panamá a inicios de abril, donde firmó un memorando de entendimiento en temas de seguridad. Ese acuerdo incrementa la presencia militar estadounidense en la región, incluyendo El Salvador.
Paralelamente, el presidente salvadoreño Nayib Bukele estuvo esta misma semana en Washington, donde fue recibido por el mandatario estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca. Ambos líderes conversaron sobre cooperación en seguridad y migración.
Trump agradeció a Bukele por su colaboración con los planes migratorios de su administración y manifestó su interés en utilizar el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) para encarcelar a ciudadanos estadounidenses que cometan delitos, además, reafirmó el acuerdo que permite enviar a migrantes detenidos en EE.UU. hacia territorio salvadoreño.
El gobierno estadounidense sostiene que muchos de los migrantes deportados están vinculados con organizaciones criminales como la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) o el Tren de Aragua, grupo que surgió en cárceles venezolanas y ha sido catalogado por Washington como organización terrorista, sin embargo, diversos medios estadounidenses han documentado que la mayoría de los migrantes enviados a El Salvador no tienen antecedentes penales.