Por tercera vez en menos de 5 meses, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ha anunciado la imposición de sanciones de desvisado a ejecutivos de compañías de vuelos chárter que facilitan la migración irregular hacia Estados Unidos, operando desde el aeropuerto internacional de Managua, Nicaragua.
Estas medidas, dirigidas a combatir lo que Washington describe como una práctica irregular manejada por la dictadura sandinista de la familia Ortega-Murillo, se han ampliado tras detectarse un incremento significativo en el uso de estos vuelos por parte de migrantes de diversas nacionalidades.
En una declaración oficial, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, comunicó que las restricciones de visado son respuesta a la creciente tendencia de aerolíneas chárter que ofrecen vuelos a Nicaragua, principalmente a migrantes irregulares de países africanos, asiáticos y europeos.
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Miller destacó que estas medidas buscan detener las prácticas de tráfico de personas, por parte de empresas que se lucran con la vulnerabilidad de los migrantes, facilitando así su tránsito irregular hacia Estados Unidos con la complicidad del corrupto régimen sandinista.
Este anuncio sigue a la política de restricción de visas establecida en noviembre de 2023 y su posterior ampliación el 21 de febrero de 2024.
El gobierno de Joe Biden ha identificado un aumento en el número de empresas que ofrecen vuelos utilizados por migrantes, inicialmente desde Cuba y Haití, para llegar a Nicaragua y, desde allí, emprender la ruta terrestre hacia la frontera estadounidense.
El Departamento de Estado enfatizó que muchos de estos migrantes carecen de una base legal para entrar o permanecer en Estados Unidos y son frecuentemente devueltos a sus países de origen.
La administración Biden ha señalado su compromiso de trabajar con gobiernos de la región y el sector privado para eliminar estas prácticas de explotación. Además, ha advertido que seguirá implementando nuevas restricciones de visas según sea necesario para abordar este desafío.
Estas medidas del Departamento de Estado estadounidense se enmarcan en un esfuerzo mayor para regular la migración irregular y combatir las redes de tráfico de personas, protegiendo a los migrantes de explotación y asegurando la integridad del sistema migratorio de Estados Unidos.