El Departamento de Estados de Estados Unidos le dijo al dictador de Nicaragua que debe cesar la persecución política de sus opositores, en respuesta a recientes declaraciones del sandinista de enviar al país norteamericano más presos políticos.
“En lugar de obligar a sus opositores a exiliarse, deberían cesar su persecución contra ellos”, fue el mensaje de la administración de Joe Biden.
Estados Unidos, a quien la dictadura acusa de orquestar las protestas de hace 5 años en su contra, insiste en que los nicaragüenses merecen vivir en democracia y libertad en su propio país.
“Estos prisioneros deben ser liberados sin condiciones; el régimen Ortega-Murillo no tiene derecho a expulsarlos ni a despojarlos de su nacionalidad”, dijo un portavoz del Departamento de Estado a la Voz de América, cadena noticiosa financiada por el gobierno estadounidense.
El 9 de febrero de este año, Estados Unidos recibió a 222 prisioneros políticos que liberó la dictadura y les ofreció asilo temporal.
“Estas acciones fueron violaciones flagrantes de los derechos humanos básicos de estas personas”, agregó el funcionario sobre el retiro de la ciudadanía de los exiliados.
“Estados Unidos sigue abogando por la liberación incondicional de todos los presos políticos en Nicaragua”, agregó.
La oposición nicaragüense ha denunciado en los últimos días al menos una veintena de arrestos, entre ellos el del periodista Víctor Tacay, detenido por cubrir un acto religioso durante Semana Santa. El régimen prohibió todas las manifestaciones católicas de fe durante ese período.
Nicaragua recuerda el inicio de una crisis política que comenzó el 18 de abril de 2018, cuando multitudinarias manifestaciones contra la dictadura fueron disueltas a balazos por policías. Los incidentes, que se prolongaron por varios días, dejaron al menos 355 muertos.