El gobierno de Estados Unidos y la Santa Sede expresaron su enérgica condena a la represión política en Nicaragua y Venezuela durante una reunión entre el secretario de Estado estadounidense, Antony J. Blinken, y altos representantes del Vaticano.
Según el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller, la conversación destacó la importancia de abordar las violaciones de derechos humanos y restaurar el respeto por la dignidad humana en varias regiones del mundo en conflicto.
El encuentro, que tuvo lugar en la Ciudad del Vaticano, incluyó al cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, y al arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.
Según Blinken, la reunión subrayó el compromiso compartido de enfrentar las crisis humanitarias y defender los derechos fundamentales.
“La represión política en Nicaragua y Venezuela no puede ignorarse”, señaló el Secretario de Estado, de acuerdo a la prensa italiana.
Met with Holy See officials Cardinal Parolin and Archbishop Gallagher and affirmed close U.S.-Holy See partnership on addressing key priorities. We discussed the Middle East and Sudan, support for Ukraine’s sovereignty, and promoting democracy in Venezuela. pic.twitter.com/oISrDvmqTp
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) November 27, 2024
Represión religiosa en Nicaragua
La situación en Nicaragua se ha agravado desde 2018, cuando el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo intensificó una campaña sistemática contra la Iglesia Católica, una de las pocas instituciones críticas al gobierno.
Entre las acciones represivas más graves destacan el arresto y destierro líderes religiosos y laicos, incluido el destierro del obispo Rolando Álvarez en 2024, quien fue condenado tras denunciar abusos del régimen.
La dictadura también ha expulsado a más de 50 religiosos, incluidos obispos y sacerdotes y ha confiscado propiedades de la Iglesia, como templos, clínicas, escuelas, cuentas y centros comunitarios.
El cierre de medios de comunicación católicos, como radios y canales de televisión, ha sido parte de una estrategia para silenciar las críticas y apagar la fe religiosa.
Además, el régimen ha prohibido procesiones religiosas y actos litúrgicos públicos, restringiendo gravemente la libertad de culto.
Violación de derechos fundamentales
La persecución incluye actos de profanación de templos, asedio policial a iglesias y campañas de difamación contra líderes religiosos, a quienes se acusa de desestabilizar al país.
En 2023, la dictadura intensificó la militarización de los templos y utilizó fuerzas auxiliares para reprimir actividades religiosas, generando temor en la población católica.
Estados Unidos y el Vaticano han denunciado en diferentes ocasiones estas acciones como contrarias a los principios básicos de la libertad religiosa.
Durante la reunión, Blinken elogió el papel del Papa Francisco en la promoción de la dignidad humana, incluidos los derechos de comunidades vulnerables.