Casi 8 de cada 10 nicaragüenses rechaza la condena de cárcel de monseñor Rolando Álvarez, un prisionero político de la dictadura, de acuerdo a una encuesta de la firma CID-Gallup dada a conocer este jueves, en medio del revuelo que ha provocado la “casi” liberación del religioso por parte del régimen.
Según esta medición, elaborada por encargo de Confidencial, un medio noticioso independiente de Nicaragua, el 79% de los entrevistados dijo que no está de acuerdo con la condena de 26 años y 4 meses de prisión impuesta a Álvarez, quien el martes rechazó su excarcelación por parte del régimen por segunda ocasión, pues Daniel Ortega quería desterrarlo.
“A la pregunta: ¿Qué opinión tiene sobre la condena a monseñor Álvarez?, el 79% respondió entre “nada o poco favorable”, mientras un 21% se mostró entre ‘algo o muy favorable’”, dice Confidencial en su publicación.
El 56% de quienes se identificaron como sandinistas dijeron estar “nada o poco favorables” con la condena; el resto de los simpatizantes de la dictadura dijo estar de acuerdo con la condena.
En cuanto al rompimiento de relaciones diplomáticas entre Nicaragua y el Vaticano, ordenadas por Ortega en marzo pasado, el 63% de los entrevistados dijo estar en desacuerdo, un 25% a favor, mientras que un 13% no sabía o no quiso responder.
La encuesta de CID-Gallup, de acuerdo a la ficha técnica, fue elaborada entre el 14 y el 23 de junio de este año, con 823 encuestas hechas a teléfonos celulares. Esta tiene un nivel de confianza de 95% y un margen de error de 2.93%.
Monseñor Rolando Álvarez, en prisión desde agosto del año anterior, es el preso político más emblemático y que más ruido le genera a la dictadura, pues hay una presión internacional para su liberación.
El 9 de febrero anterior, cuando el régimen liberó y desterró a 222 prisioneros opositores, monseñor Álvarez se negó a abandonar la cárcel pues no estaba dispuesto a ser exiliado. Un día después, el obispo fue sentenciado a 26 años de prisión.
El 4 de julio de este año, fuentes diplomáticas confirmaron la excarcelación del religioso, pero horas después se conoció que él prefirió continuar prisionero y no ser expulsado del país.