La dictadura sandinista propuso a Denis Moncada, ex ministro de Relaciones Exteriores, como candidato para ocupar la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), en medio de críticas internacionales a su papel como defensor del régimen de Daniel Ortega y sus frecuentes enfrentamientos con la política exterior de Estados Unidos durante la primera administración de Donald Trump.
Moncada, un exmilitar con amplia trayectoria en la diplomacia sandinista, ocupó el cargo de canciller de Nicaragua desde 2017 hasta 2023.
Durante su gestión, se destacó como una de las voces más críticas contra el primer gobierno de Trump, denunciando lo que consideró una política de “injerencia y agresión” hacia Nicaragua.
El ex canciller fue particularmente contundente en sus discursos ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), calificando las sanciones económicas impuestas por Washington como “ilegales y coercitivas”.
La crisis sociopolítica en Nicaragua estalló en 2018, en el segundo año de la administración Trump (2017-2021). Trump aprobó varias leyes de sanciones y aplicó las penalidades a varios funcionarios de la dictadura, comenzando en 2018 con Rosario Murillo, la perversa pareja del dictador Daniel Ortega.
Moncada argumentó entonces que estas medidas eran un intento de desestabilizar al régimen de Ortega, al que Estados Unidos acusaba de violaciones sistemáticas a los derechos humanos y de socavar la democracia.
En 2018, en el contexto de las protestas antigubernamentales reprimidas violentamente por el régimen sandinista, Moncada acusó a la administración Trump de promover un “golpe de Estado” en Nicaragua mediante el apoyo a sectores opositores y la imposición de sanciones contra altos funcionarios del régimen.
Estas acciones, dijo Moncada, buscaban “asfixiar económicamente al país y doblegar al pueblo nicaragüense”.
La candidatura de Moncada al frente del SICA se da en un contexto de creciente aislamiento internacional del régimen sandinista.
Su postulación ha sido vista como un intento de Ortega por consolidar la influencia de China, Rusia e Irán en la región centroamericana, a pesar de las críticas internas y externas hacia su administración.
Fuentes diplomáticas han señalado que la elección del nuevo secretario general del SICA podría ser motivo de divisiones entre los países miembros, debido a las posiciones polarizadoras de Moncada y su cercanía con regímenes señalados por violaciones a los derechos humanos y ataques a la prensa independiente.
Un diplomático al servicio del sandinismo
A lo largo de su carrera, Denis Moncada ha sido percibido como un funcionario leal a las directrices del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Antes de su rol como canciller, ocupó diversos cargos diplomáticos, incluido el de representante permanente de Nicaragua ante la ONU, donde también promovió una narrativa de oposición a lo que llamó el “imperialismo norteamericano”.
En sus intervenciones, Moncada adoptó un tono agresivo contra Estados Unidos, particularmente durante la administración Trump, a la que acusó de desplegar una política exterior basada en “la doctrina Monroe y la dominación hemisférica”.
Estas críticas contrastaron con la retórica más conciliadora que adoptaron otros países del bloque centroamericano.
Ahora, de resultar electo en la silla del SICA, podría nuevamente enfrentar a la región con una nueva administración de Trump, con el halcón republicano Marco Rubio al frente del Departamento de Estado.
Su gestión como canciller también estuvo marcada por la defensa del régimen frente a denuncias de violaciones a derechos humanos documentadas por organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Moncada también fue el responsable de expulsar al nuncio apostólico de Su Santidad, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, en marzo de 2022, así como a la laembajadora holandesa para América central, Christine Pirenne, en octubre de ese año.
El canciller de Ortega desestimó dichos informes como “propaganda política” y reafirmó la legitimidad de las políticas represivas del régimen de Ortega.
La postulación de Moncada al SICA se enfrenta ahora a un escenario complejo, con gobiernos como Costa Rica y Panamá mostrando reservas hacia figuras vinculadas al régimen nicaragüense.
Analistas políticos consideran que su elección dependerá de las negociaciones internas en el organismo regional, así como de las presiones internacionales para limitar la influencia de Ortega en Centroamérica.
Por ahora, Denis Moncada se perfila como el principal candidato en la terna propuesta por Managua, en una movida que confirma el interés del régimen sandinista por mantener un rol protagónico en los foros regionales, pese a las crecientes críticas que enfrenta en el ámbito internacional.