Tras años de censura, represión y cárcel bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, el obispo Rolando José Álvarez, símbolo de la resistencia pacífica frente al régimen, recibió este miércoles su primera misa pública en Sevilla, España.
La ceremonia, cargada de simbolismo y emoción, marcó su reaparición en un escenario internacional después de su excarcelación y destierro.
Desde la parroquia Nuestra Señora de Las Huertas, en el municipio de Puebla de los Infantes, monseñor Álvarez recordó con profunda nostalgia y devoción a su Nicaragua natal.
“Oramos por nuestra amada Nicaragua”, expresó al inicio del rito, dedicándolo a Nuestra Señora de los Dolores y en conmemoración del centenario de la fundación de su querida Diócesis de Matagalpa.
Desde la parroquia Nuestra Señora de las Huertas, Archidiócesis de Sevilla, #España. Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, entrega su pectoral del Obispo a la Virgen, y envía un mensaje al pueblo matagalpense. pic.twitter.com/giabhW8BJ8
— Manuel Antonio Obando Cortedano (@ManuelObandoCor) December 18, 2024
Un mensaje del papa Francisco: luz en la adversidad
Durante la homilía, el obispo destacó el mensaje pastoral enviado por el papa Francisco a los fieles nicaragüenses, en el cual el pontífice reafirmó la importancia de mantener la fe en los momentos más oscuros.
“La confianza filial que tienen en Él y su fidelidad a la Iglesia son los grandes faros que iluminan su existencia”, leyó monseñor Álvarez, subrayando las palabras de aliento del papa.
Álvarez, quien fue condenado en secreto a 26 años de prisión y sufrió torturas durante su brutal encarcelamiento en Nicaragua, mostró en todo momento una actitud conciliadora y llena de esperanza, simbolizada por la entrega de su cruz pectoral a la Virgen de los Dolores como un gesto de agradecimiento y amor por su diócesis y su pueblo.
Una lucha por la fe y la libertad
El obispo fue detenido por la policía sandinista el 19 de agosto de 2022, acusado de “traición a la patria”.
Su negativa a aceptar el exilio junto a otros 222 presos políticos le valió una condena de 26 años y 4 meses de prisión, la pérdida de su nacionalidad y la suspensión de sus derechos ciudadanos.
Durante su encarcelamiento, Álvarez fue víctima de tortura y tratos inhumanos, hasta ser finalmente enviado a Roma en condición de apátrida en febrero de 2023.
Desde entonces, había mantenido un perfil bajo, limitándose a breves apariciones en fotografías.
Sin embargo tras una posición firme del papa contra la dictadura sanguinaria de Ortega y Murillo, su misa en Sevilla no solo marcó su retorno a la vida pública, sino que también reafirmó su compromiso con la Iglesia y con los fieles nicaragüenses, a quienes dirigieron un mensaje de unidad y esperanza.
Un gesto de gratitud y un llamado a la solidaridad
La eucaristía concluyó con palabras de agradecimiento hacia el obispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, por su acogida y apoyo.
Álvarez pidió a los presentes que continuaran orando por Nicaragua, un país que sigue enfrentando una crisis de derechos humanos y libertad religiosa bajo el régimen de Ortega.
“Estoy orando por ellos, por mi amada Nicaragua, por el Señor, por la Iglesia y por la Virgen Santísima”, expresó sereno y firme.
Su gesto de entregar la cruz pectoral fue capturado en imágenes que rápidamente se difundieron en redes sociales, tocando corazones dentro y fuera de Nicaragua.