El aislamiento diplomático de la dictadura de Nicaragua se evidenció, como nunca, en la 54.ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se celebra en Paraguay. Los cancilleres y embajadores reunidos en Asunción aprobaron por aclamación una resolución que insta “a los Estados del hemisferio a redoblar sus esfuerzos por facilitar, por medio de acciones individuales o colectivas, el cese de la violación a los derechos humanos” en Nicaragua.
La resolución, aprobada por los 32 países de la OEA —sin la participación de Nicaragua y Venezuela, que ya no pertenecen al organismo—, demanda que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo “libere inmediata e incondicionalmente a todas las personas que hayan sido privadas de su libertad por motivos políticos o religiosos”.
Solo El Salvador, bajo la administración del reelecto Nayib Bukele, se mantuvo al margen de admitir como propia la resolución alegando “principio de no intervención ni injerencia en los asuntos de internos de otro país”, pero igual aprobó el documento.
No hubo una sola palabra o intervención de algún representante de país a favor de la dictadura de la familia Ortega-Murillo. Nadie clamó por ellos.
Al contrario, las voces que se oyeron en el concierto diplomático fueron de rechazo y condena y la letra de la resolución explica por sí misma la grave situación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad que aplica la dictadura más tenebrosa del continente.
Críticas de oposición nicaragüense a El Salvador
La decisión del gobierno de Nayib Bukele de abstenerse de condenar a la dictadura Ortega-Murillo fue duramente criticada por opositores nicaragüenses.
“Vergonzoso, repudiable y altamente preocupante. El Salvador se pone del lado del dictador Daniel Ortega enviando nota al pie de página en resolución de la OEA sobre Nicaragua. Centroamérica se esta orteguizando”, dijo el disidente nicaragüense, Arturo McFields, exembajador de su país en la OEA.
El presidente de la organización opositora Unamos, Luis Blandón, dijo que “es una verguenza que El Salvador haya dejado ese pie de página sabiendo que los organismos internacionales como la ONU han demostrado que Daniel Ortega es un violador de derechos humanos y que ha cometido crímenes de lesa humanidad”.
Promotores de la resolución
Promovida por Canadá, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Perú y Antigua y Barbuda, la resolución llama a los Estados miembros de la OEA a tomar medidas para “poner fin a la persecución ideológica, ya sea política o religiosa” en Nicaragua.
Asimismo, urge el cese de toda violación a los derechos humanos y la implementación de medidas efectivas para la restauración de las instituciones democráticas, especialmente en cuanto a la observancia del Estado de derecho y los derechos humanos.
El texto también destaca la situación de desplazamiento de más de 270.000 nicaragüenses que han buscado asilo en todo el mundo y expresa preocupación por la supresión de espacios cívicos mediante la cancelación de más de 3.000 organizaciones de la sociedad civil, la privación de nacionalidad y derechos políticos de más de 300 personas, el cierre o confiscación de al menos 54 medios de comunicación y el exilio forzado de más de 250 periodistas.
Reacciones de gratitud de opositores nicas
La aprobación unánime fue elogiada y aplaudida por opositores nicaragüenses en el exilio.
Juan Sebastián Chamorro, por ejemplo, la catalogó como “una demostración contundente”: “La resolución de la OEA manda a los estados miembros a hacer todas las acciones necesarias para incidir en un cambio en Nicaragua. Que haya sido por aclamación y no por votación es una demostración contundente del aislamiento de Ortega. Nicaragua presente en OEA, gracias”.
A través de su cuenta en X, el principal grupo opositor de Nicaragua, Concertación Democrática Nicaragüense Monteverde, enrostró al régimen su humillante derrota diplomática: “El régimen Ortega-Murillo abandonó la OEA creyendo que el organismo ignoraría la crisis de Nicaragua, pero representantes de los Estados miembros y Grupo de Países Voluntarios siguen pendientes y trabajan en busca de soluciones en la 54 Asamblea General de la OEA”.
De igual modo la activista de derechos humanos Berta Valle, de la Fundación para la Libertad de Nicaragua, celebró la resolución y agradeció el esfuerzo de los nicaragüenses que participó en el foro denunciando al régimen sandinista.
“Agradezco y felicito a cada nicaragüense que participó en la 54° Asamblea de la OEA. Cada esfuerzo aportó a esta resolución que insta a los Estados del hemisferio a redoblar sus esfuerzos por facilitar el cese de la violación a los derechos humanos en Nicaragua”, dijo en su cuenta de X.
Dictadura de espaldas a la democracia
La salida de Nicaragua de la OEA, oficializada el 19 de noviembre de 2023, la convirtió en el segundo país de América Latina en abandonar voluntariamente el organismo, después de Venezuela.
El retroceso ocurrió al cumplirse dos años desde que el régimen de Ortega-Murillo denunciara la Carta Constitutiva de la OEA y posteriormente asaltara a mano armada la sede diplomática, alegando supuestas “constantes actitudes injerencistas”.
Desde abril de 2018, Nicaragua ha vivido una crisis de derechos humanos que ha llevado a la comunidad internacional a mantener un enfoque crítico hacia el régimen de Ortega-Murillo, a quien informes de la ONU señalan de cometer crímenes de lesa humanidad.
Las violaciones documentadas han incluido represión violenta de protestas, encarcelamiento de opositores políticos y restricciones severas a la libertad de prensa y expresión.
EEUU deja abierta puerta al diálogo
Pese a que Estados Unidos lideró la resolución de condena a la dictadura de Nicaragua en la 54 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Brian A. Nichols, secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, dijo que están abiertos al diálogo con el régimen.
“Siempre atentos a esa posibilidad”, dijo Nichols a la prensa nicaragüense que cubre el evento en Asunción, capital de Paraguay.
“Siempre estamos abiertos al diálogo, sin embargo, no hemos visto la voluntad de hacer cambios reales en Nicaragua”, comentó el funcionario, quien es parte de la delegación de Estados Unidos ante la Asamblea General.
El alto funcionario aprovechó la ocasión para demandar los principales aspectos de la resolución, que se votó por aclamación de las 32 delegaciones miembros de la OEA.
Nichols demandó la liberación de los presos políticos en el país, que se estiman en 141 y exigió que se restablezca la libertad de expresión en Nicaragua y otros derechos arrebatados por el régimen a la sociedad.
La posibilidad de un diálogo, expresada brevemente por Estados Unidos en el foro de la OEA, ocurre en un momento que Estados Unidos ha sancionado a funcionarios públicos y empresas internacionales por facilitar la migración irregular a través de vuelos chárter a Nicaragua.
Sobre ese tema, el funcionario estadounidense se limitó a de decir que estaban en contacto con el sector privado y empresas de transporte “para colaborar y prevenir la migración irregular en todo el hemisferio”.
Al menos en tres ocasiones desde 2018 a la fecha, el dictador Daniel Ortega ha dicho que dialogar con Estados Unidos “es imposible” y “es como ponerse la soga al cuello”, rechazando todo intento de comunicación con Washington.
EEUU: “OEA no se olvida de Nicaragua”
En tanto, el Subsecretario Adjunto de Estado de EEUU, y delegado para Gestión y Recursos de Estados Unidos, Richard R. Verma, se refirió al apoyo de la resolución emitida en lo concerniente a Nicaragua, indicando que esto demuestra que la OEA “no se ha olvidado de la gente en Nicaragua”.
“Y no vamos a olvidarnos de los nicaragüenses, vamos a continuar denunciando lo que sucede en Nicaragua, lo que está haciendo el régimen que está dañando a la gente y vamos a defender los derechos, que la gente sea respetada en Nicaragua y que cumpla (el Gobierno sandinista) con sus obligaciones interamericanas, dijo el funcionario.