El embajador de Estados Unidos en El Salvador, William Duncan, aplaudió los resultados en seguridad pública en el país centroamericano y aclaró que no ha conocido a alguien que no esté contenta con los logros que son reconocidos incluso por los opositores políticos del gobierno.
Sin embargo, aclaró que la administración del presidente Nayib Bukele está obligado a respetar el debido proceso en la declarada guerra contra las pandillas y advirtió que su gobierno tiene reservas sobre el estado de excepción, la principal herramienta en el combate a las maras.
Negó, además, el tener una posición tímida ante las amenazas a la libertad de prensa.
“No he sido tímido al respecto y es un tema que seguiré abordando”, sostuvo.
Desde marzo de 2022 la Asamblea Legislativa, a petición del gobierno, aprobó el régimen de excepción que ha permitido el arresto de unos 70,000 pandilleros. Este ha sido prolongado en 15 ocasiones y para las entidades de derechos humanos ha provocado arrestos indiscriminados y por lo menos 150 de los detenidos han muerto en cárceles a consecuencia de torturas o falta de atención médica, según las denuncias.
El embajador Duncan habló sobre el tema en Washington, durante un conversatorio de Díalogo Interamericano en el que también participaron sus homólogos de Guatemala, Belice, Costa Rica y Honduras.