Nicaragua desterró a 135 presos políticos que fueron acogidos este jueves por Guatemala, gracias a una mediación de Estados Unidos que les permitirá viajar luego a ese u otros países.
En el aeropuerto de La Aurora de la Ciudad de Guatemala, los exdetenidos saboreaban la libertad.
“Gracias a todos de estar libre, viva Nicaragua Libre”, declaró a periodistas Francisco Arteaga con el puño en alto.
A él lo detuvieron por publicar en las redes sociales las acciones de la dictadura brutal de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la iglesia católica, cuenta por la ventanilla de un autobús.
Según la presidencia guatemalteca el grupo llegó este jueves “en un vuelo único que aterrizó a las 6:20 de la mañana”.
La Casa Blanca anunció poco antes que había conseguido la excarcelación de estos presos, entre los que figuran 13 miembros de la organización evangélica radicada en Texas Mountain Gateway, laicos católicos, estudiantes y otras personas que Ortega y su perversa vocera Rosario Murillo “consideran una amenaza para su régimen autoritario”.

La política del destierro
La dictadura ya ha establecido el destierro, desnacionalización y exilio forzado como una política estatal, que inició en 2023 cuando excarceló, expulsó y despojó de nacionalidad y de sus bienes a 316 políticos, periodistas, intelectuales y activistas críticos, a quienes acusó de traición a la patria.
También ha atacado a la iglesia católica con la expatriación de más de 50 sacerdotes y el cierre de más de 5.500 oenegés, muchas de ellas religiosas.
Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) exiliado en Estados Unidos, celebró esta “liberación con sabor agridulce, liberación y destierro”.
“Se liberan a unos, se encarcelan nuevamente, se liberan a otros, ya basta de prisión arbitraria (…) esto ya tiene que parar porque la dictadura ha hecho de Nicaragua una cárcel gigantesca”, afirmó en la red social X.
Igual lo hicieron otras voces críticas contra la dictadura, como el abogado del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, Braulio Abarca.
“Estas personas ya no recibirán torturas, ni tratos crueles, inhumanos y degradantes. No obstante, han sido sometidas a una nueva violación de sus derechos humanos, como es el desplazamiento forzoso, mismo que se configura también como un crimen de lesa humanidad”, dijo.
De igual modo lo destacó el expreso político y destacado opositor nicaragüense Juan Sebastián Chamorro, en su cuenta de X.
Chamorro agradeció la gestión de las organizaciones y países involucrados y la acogida a los 135 exprisioneros políticos a quienes, alertó, les pueden anular su nacionalización.
“Este es un momento para celebrar que estas personas ahora puedan ver el sol de la libertad”, dijo Chamorro.
“Este es un momento de reflexión para resaltar la importancia para mantener la lucha por la libertad no solamente de los presos políticos, sino de todo el pueblo de nuestra querida Nicaragua”, exclamó el político exiliado.
El también expreso político exiliado, Félix Maradiaga, expresó su solidaridad con los liberados.
“Como alguien que ha vivido en carne propia un proceso similar, debo expresar que, junto a la alegría de ver la libertad de estos valientes hermanos, persiste un sentimiento agridulce. No podemos olvidar que este destierro forzado no representa una liberación plena. La expulsión de los disidentes por el régimen de Ortega no equivale a la verdadera libertad. Sin embargo, este es un momento que debemos celebrar y, al mismo tiempo, demostrar nuestra solidaridad de manera concreta con cada uno de estos presos, que enfrentan ahora una situación sumamente difícil por las secuelas de la cárcel y el destierro”, dijo Maradiaga en sus redes sociales.
Otras de las voces críticas que celebró el excarcelamiento fue el ex diputado disidente Enrique Sáenz, quien recordó que pese a la libertad y destierro de los 135, aun quedan muchos más en los calabozos de la dictadura.
“Toca agradecer muy cálidamente al gobierno de Guatemala y al presidente Arévalo por su acción solidaria de acoger a los excarcelados políticos nicaragüenses desterrados hoy por la dictadura; también a la administración Biden-Harris por sus gestiones. Un saludo a nuestros compatriotas y a sus familiares por ver de nuevo el cielo de la libertad. Pero no olvidemos que todavía queda un grupo en los calabozos de la monarquía”, celebró desde el exilio Sáenz.
“Motivos humanitarios”
La excarcelación tuvo lugar “por motivos humanitarios”, señaló el asesor Seguridad Nacional, Jake Sullivan, en un comunicado, agregando que fue una decisión unilateral de Nicaragua el destierro, ya que EEUU negociaba la libertad de los 13 evangélicos
Washington “agradece el liderazgo y la generosidad del gobierno de Guatemala por aceptar a los presos políticos de Nicaragua”.
El presidente Bernardo Arévalo dio la bienvenida a los nicaragüenses y su vicepresidenta Karin Herrera también lo celebró en su cuenta de X como una victoria para la democracia y los derechos humanos.
“Como vicepresidenta y presidenta de la Autoridad Migratoria, reafirmo el compromiso de Guatemala en brindar apoyo humanitario a los presos políticos liberados de Nicaragua. Su llegada a nuestro país marca un paso hacia la reconstrucción de sus vidas, y apoyaremos en las gestiones que necesiten realizar en Guatemala. La lucha por los derechos humanos es responsabilidad de todos”, dijo Herrera.
Una vez en Guatemala, los desterrados podrán “solicitar vías legales para rehacer sus vidas en Estados Unidos o en otros países a través de la iniciativa de la Oficina de Movilidad Segura”, precisa la Casa Blanca.
Las Oficinas de Movilidad Segura, desplegadas en varios países latinoamericanos, son una de las “vías legales” para la migración del presidente estadounidense Joe Biden y permiten tramitar las solicitudes de asilo.
Los desterrados fueron trasladados en buses del Estado a un hotel del centro de ciudad Guatemala, donde estaban siendo atendidos por personal de Cruz Roja, Cancillería de Guatemala, Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y personal de la Alta Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Washington hizo un llamamiento al régimen sandinista para que “ponga fin de inmediato a las detenciones y encarcelamientos arbitrarios de sus ciudadanos por el mero hecho de ejercer sus libertades fundamentales”, insiste el gobierno estadounidense.
The United States secured the release of 135 political prisoners from Nicaragua. We thank President @BArevalodeLeon for welcoming them to Guatemala. Nicaraguans deserve democracy and freedom from persecution in their home country.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) September 5, 2024
En otro comunicado el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken afirma que “el pueblo nicaragüense quiere y merece una democracia” en la que “todos puedan ejercer sus derechos humanos y libertades fundamentales, libres del temor a la persecución o las represalias”.
Igual lo señaló el Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols en X: “Estados Unidos y Guatemala reafirman que todas las personas tienen derecho a gozar de sus derechos humanos y de las libertades fundamentales, incluyendo el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión o creencia y a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.”