El exembajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo McFields Yllescas, arremetió contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, acusándolo de vender la soberanía nacional del país centroamericano.
Sus declaraciones surgen en respuesta al reciente anuncio del gobierno de Ortega de aprobar un nuevo crédito con China por un monto de $67.97 millones para la construcción de una planta generadora de energía eléctrica en el departamento de Matagalpa.
“Dictadura de Nicaragua vende la soberanía nacional. Están repitiendo el modelo de África y están cayendo en la deuda trampa que ofrece China comunista. Hoy fueron $500 millones y vienen muchos más. Vendepatrias del Siglo XXI”, expresó McFields en su cuenta en X.
Dictadura de Nicaragua 🇳🇮 vende la soberanía nacional. Están repitiendo el modelo de África y están cayendo en la deuda trampa que ofrece China 🇨🇳 comunista. Hoy fueron 500 millones de dólares y vienen muchos más. Vendepatrias del Siglo XXI.
— Arturo McFields Yescas (@ArturoMcfields) May 23, 2024
El proyecto, denominado El Hato, con una capacidad de 67.35 megavatios, será ejecutado por la empresa China Communications Construction Company Limited (CCC), en colaboración con el Ministerio de Energía y Minas nicaragüense.
Este crédito se suma a otros préstamos ya aprobados por la Asamblea Nacional, destinados a proyectos de infraestructura respaldados por China.
Este último préstamo se suma a los más de 500 millones de dólares que el régimen de Ortega ha obtenido de China en menos de seis meses en calidad de préstamos.
Sin embargo, aún no está claro si estas obras se materializarán, dado que ninguno de los proyectos ha entrado en ejecución hasta el momento.
China se ha convertido en un importante aliado financiero para la dictadura nicaragüense, que enfrenta dificultades para obtener préstamos en los organismos financieros multilaterales debido a las acusaciones de violaciones de derechos humanos y la crisis sociopolítica que ha sacudido al país desde 2018.
Las críticas de McFields ponen de relieve las preocupaciones de Estados Unidos y otros países de la región sobre la creciente dependencia de Nicaragua de la financiación china y el impacto que esto podría tener en el istmo centroamericano.
Nicaragua también ha abierto sus puertas a los aparatos de seguridad de Rusia y ha anunciado relaciones con países de mala reputación internacional como Corea del Norte, Irán y el régimen talibán de Afganistán.