Mauricio Funes, expresidente de El Salvador (2009-2014), quien se encontraba asilado por la dictadura de Nicaragua desde 2016 tras huir de la justicia salvadoreña, falleció a consecuencia de diferentes complicaciones de salud, confirmaron fuentes cercanas a su familia.
Funes, condenado por múltiples casos de corrupción y señalado como uno de los principales protagonistas de escándalos políticos en Centroamérica, deja un legado marcado por promesas incumplidas, traiciones políticas y graves acusaciones que deterioraron la confianza en las instituciones democráticas.
#Importante El Ministerio de Salud del GRUN, por este medio, cumple con informar, que desafortunadamente, el paciente ciudadano Carlos Mauricio Funes Cartagena, ex Presidente de El Salvador, con residencia en nuestro país, ha fallecido, esta noche, a las 9:35 PM, pic.twitter.com/YkFbzQkajl
— El 19 Digital (@el19digital) January 22, 2025
De periodista a presidente: un ascenso meteórico
Mauricio Funes Cartagena nació el 18 de octubre de 1959 en San Salvador. Antes de entrar en la política, se consolidó como periodista y presentador de noticias, ganando reconocimiento por su estilo incisivo y críticas al poder.
En 2009, con el respaldo del partido izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), rompió con décadas de gobiernos conservadores al convertirse en el primer presidente de izquierda en la historia reciente de El Salvador.
Durante su mandato, Funes prometió combatir la corrupción, reducir la pobreza y construir un gobierno transparente. Sin embargo, su administración rápidamente se vio envuelta en denuncias de irregularidades y mal manejo de fondos públicos.
Corrupción y huida: el ocaso político
En 2016, tras el fin de su mandato, Funes fue acusado en El Salvador de malversación de fondos, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Según las investigaciones, Funes desvió más de $350 millones de dólares de fondos públicos, un caso que desató indignación nacional e internacional.
Para evitar enfrentar a la justicia, Funes buscó asilo en Nicaragua, donde el gobierno de Daniel Ortega le concedió la ciudadanía nicaragüense en 2019, dificultando su extradición.
Desde entonces, el expresidente vivió como prófugo, protegido por el régimen nicaragüense mientras acumulaba condenas en ausencia, incluyendo una de 14 años de prisión en 2023 por corrupción agravada.
Un final en el exilio
En los últimos meses, rumores sobre el deterioro de la salud de Funes comenzaron a circular. Este martes, medios estatales nicaragüenses confirmaron su fallecimiento, indicando que se encontraba “grave de salud” debido a complicaciones médicas no especificadas. La noticia llega en un momento de gran tensión política en la región, con múltiples líderes señalados por corrupción y abuso de poder.
El legado de Funes: esperanza traicionada
La presidencia de Mauricio Funes generó grandes expectativas en un país marcado por la desigualdad, la violencia y la corrupción. Sin embargo, su mandato terminó reforzando los patrones que prometió cambiar.
Su huida de la justicia y el asilo otorgado por un régimen autoritario como el de Ortega subrayaron las debilidades de los sistemas legales y democráticos en la región.
El nombre de Mauricio Funes quedará inscrito en la historia de El Salvador no solo como el primer presidente de izquierda del país, sino también como un recordatorio de cómo el poder puede ser utilizado para el beneficio personal, en detrimento de los ciudadanos que confiaron en él.