La cuestionada fiscal general Consuelo Porras, el detonante de la crisis que vive Guatemala, es prácticamente intocable en su cargo por resolución de la Corte de Constitucionalidad y según los magistrados de esta ni el mismo presidente la puede destituir.
Una resolución dada a conocer este jueves es tácita y determina que Porras, considerada corrupta y antidemocrática por locales y extranjeros, es prácticamente inamovible en su puesto.
Los magistrados constitucionales, por unanimidad, decidieron no suspender la “sección resaltada del artículo 14 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, lo que implica que está blindada.
El Congreso tendría que modificar la ley, para que, de acuerdo a esta resolución, ella pueda ser destituida.
Un grupo de abogados promovió un recurso buscando su destitución y la resolución de la corte fue la respuesta al mismo.
Porras, quien promueve una campaña judicial contra el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el Movimiento Semilla, el partido del presidente electo, es el punto de honor en las protestas populares que millares de guatemaltecos mantienen desde el 2 de octubre.
Porras, quien cuenta con un cuestionado respaldo de parte del presidente Alejandro Giammattei, ha sostenido que no renunciará a pesar de las manifestaciones en su contra.