En una entrevista exclusiva con Infobae, el general en retiro Humberto Ortega Saavedra, hermano del dictador nicaragüense Daniel Ortega, expresó que, sin su hermano en el poder, la posibilidad de una sucesión dinástica con Rosario Murillo y sus hijos al mando es prácticamente inexistente.
Según Humberto Ortega, el actual régimen depende de manera crucial del liderazgo personal del caudillo Daniel Ortega, lo que deja un vacío insustituible en caso de su ausencia.
Al preguntársele a Ortega si la muerte de su hermano activaría una sucesión dinástica o un vacío de poder, el militar en retiro respondió que “ante la ausencia de este, es muy difícil que haya una continuidad del grupo de poder inmediato”.
“Cuando hay un poder de tipo autoritario, dictatorial como el actual, que depende muchísimo de la figura de un líder que ejerce la Presidencia, ante la ausencia de este, es muy difícil que haya una continuidad del grupo de poder inmediato”, dijo.
Según él, “la misma tendencia autoritaria, personalista, verticalista de mandar, ha castrado las correas de trasmisión del partido (FSLN)”.
“El partido actualmente no tiene repuesto. Están ahí, no por una mística, sino por estar ahí como funcionarios, muchos queriendo hacer bien, pero más que todo, teniendo beneficios de esa participación gubernamental y política”, observó.
“Si falta Daniel Ortega, para mí, Humberto Ortega, no hay posibilidad de que nadie de ese grupo de poder pueda ejercer la influencia frente a un proceso…”, dijo Ortega, quien tampoco otorga posibilidades a la co dictadora, Rosario Murillo.
“Nadie. Nadie. No quiero mencionar a nadie en particular. Sin Daniel no hay nadie, porque, con todo y todo, Daniel es el único líder, histórico, que aún conserva los créditos de esa lucha. Sin Daniel veo muy difícil que haya unos dos o tres que se junten”, observó, agregando que ni los hijos tendrían posibilidad de gobernar.
“Mucho menos uno en particular y más difícil en la familia. Hijos que no han tenido el acumulado de una lucha política. Ni Somoza pudo establecer a su hijo. Con la ausencia de Daniel sería muy frágil sostener todo lo que hasta ahora ha logrado sostener con gran esfuerzo y con enormes complejidades. No sólo a nivel interno, sino también con las fuerzas aliadas de las izquierdas y los gobiernos de la región. Al único que conocen es a Daniel”, precisó.
El militar en retiro admitió que Nicaragua vive una profunda crisis de democracia y derechos humanos desde 2018, que no se resolverá sin un consenso ni elecciones democráticas.
Humberto Ortega, quien ha tenido una relación compleja con su hermano, subraya la necesidad de un diálogo nacional inclusivo como la única vía para evitar el desastre en Nicaragua.
Advierte que, si no se promueven negociaciones entre todas las fuerzas políticas, el país continuará en una espiral de conflictos y deterioro.
Las principales propuestas de Ortega son:
- Diálogo Nacional: Insiste en que el régimen debe liderar una iniciativa para un reencuentro entre todas las fuerzas de la sociedad, particularmente las políticas.
- Elecciones Libres: Propone que, ante la falta de sucesión viable, se debe convocar a elecciones libres y justas tras la muerte de Daniel Ortega.
- Relaciones Internacionales: Aboga por mantener relaciones pragmáticas y beneficiosas con todas las potencias mundiales, sin caer en extremismos.
- Apertura Democrática: Sugiere que el gobierno actual debe abrirse a una transición hacia un modelo republicano y democrático.
- Papel del Ejército: Critica la complicidad del Ejército en la represión de 2018 y llama a una actuación más profesional y justa de las fuerzas armadas.
- Reforma Económica: Promueve una economía mixta y no alineamiento internacional, similar a sus esfuerzos durante la revolución sandinista.
- Unidad Nacional: Destaca la necesidad de un pacto social que incluya a trabajadores, empresas y gobierno.
- Rechazo al Autoritarismo: Aconseja alejarse de tendencias autoritarias y dogmáticas dentro del sandinismo.
- Negociación con EE.UU.: Reconoce que una solución pragmática debe incluir negociaciones con Estados Unidos, a pesar de las reticencias del régimen.
- Conciencia de Crisis: Enfatiza la gravedad de la situación actual y la urgencia de buscar soluciones antes de las elecciones de 2026.
- Rechazo a la Violencia: Critica la represión violenta y llama a soluciones pacíficas y negociadas.
- Papel del Régimen: Subraya que la iniciativa para la paz y la democracia debe venir del propio régimen y, específicamente, de Daniel Ortega.
- Reformas Institucionales: Aboga por reformas profundas en las instituciones para asegurar una verdadera democracia.
- Justicia y Reconciliación: Pide justicia por los excesos cometidos durante la crisis de 2018, por parte de “ambos bandos”.
- Centrismo Humanista: Promueve su ideología de “centrismo humanista”, enfocada en acuerdos beneficiosos para toda la sociedad nicaragüense.
Humberto Ortega, a pesar de los enfrentamientos públicos y acusaciones de traición, mantiene que su objetivo no es antagonizar con el régimen ni con la oposición, sino buscar soluciones prácticas para el bien de Nicaragua. Concluye que, sin un cambio de rumbo y la apertura a un diálogo inclusivo, el país se dirige hacia un desastre inevitable.