Informe revela que 52 periodistas nicaragüenses fueron forzados al exilio o a abandonar la profesión en 2024

En Nicaragua hacer periodismo cada vez es más peligroso. Los comunicadores independientes, críticos, apegados al balance y el buen método, son objetivo de la dictadura y se ven obligados a huir del país.

Más de 300 periodistas nicaragüenses se han visto obligados a exiliarse desde 2018.

Al menos 52 periodistas nicaragüenses dejaron de ejercer la profesión en 2024, según el informe “Prensa Independiente Nicaragua 2024: Resiliencia y Valentía ante la Represión Estatal”, presentado este lunes por Guillermo Medrano, representante de la Fundación por la Libertad de Expresión y la Democracia (FLED).

El estudio destaca que factores como la falta de empleo, salarios precarios, el peligro asociado al oficio y el cierre de medios de comunicación son las principales razones detrás de esta tendencia, que abarca a comunicadores dentro y fuera de Nicaragua.

“El periodismo en Nicaragua enfrenta una crisis sin precedentes. La inseguridad, el agotamiento y la falta de condiciones dignas han obligado a muchos profesionales a buscar otras formas de subsistencia, ya sea dentro del país o en el exilio”, explicó Medrano durante la presentación.

Muchos de los periodistas que abandonaron el oficio también abandonaron Costa Rica, mediante el programa Movilidad Segura que les permite viajar a Estados Unidos y España.

Autocensura y represión en aumento

El informe documentó 81 violaciones a la libertad de prensa, una cifra que, aunque inferior a los 86 casos reportados en 2023, refleja un alarmante incremento de la autocensura.

Según Medrano, muchos periodistas optan por no denunciar agresiones debido al temor a represalias personales y profesionales, lo que dificulta medir la magnitud real de los ataques contra el gremio.

Entre los casos reportados, 57 corresponden a personas naturales, principalmente periodistas y trabajadores de medios, mientras que 24 fueron dirigidos contra entidades jurídicas, como medios de comunicación y organizaciones gremiales.

Los patrones más frecuentes incluyeron campañas de desprestigio impulsadas por actores estatales, agresiones físicas y verbales, criminalización de la labor periodística y el uso abusivo del poder estatal, como la confiscación de bienes y la negación de reingreso al país.

“El aumento de la autocensura es un reflejo del miedo que el régimen ha sembrado en el gremio periodístico, lo que pone en riesgo el derecho de los ciudadanos a una información veraz y plural”, señaló Medrano.

Zonas sin periodismo independiente

El informe también alerta sobre la expansión de las llamadas “zonas de silencio”, regiones donde ya no existe cobertura periodística independiente. En 2024, cinco departamentos adicionales —Granada, Madriz, Nueva Segovia, León y Río San Juan— se sumaron a esta lista, elevando a 10 el total de regiones controladas exclusivamente por medios oficialistas.

“El Gobierno ha logrado suprimir la libertad de prensa en amplias áreas del país, dejando a las audiencias sin acceso a información crítica y objetiva”, denunció Medrano, al tiempo que destacó que, a pesar de la represión, los medios independientes en el exilio mantienen su credibilidad como su principal fortaleza.

Resiliencia frente a la represión

A pesar del contexto adverso, el informe resalta la resistencia del periodismo independiente en Nicaragua.

“La prensa independiente ha demostrado una valentía inquebrantable frente a los intentos del régimen por silenciarla. Su compromiso sigue siendo un faro de esperanza para quienes buscan información veraz”, concluyó Medrano.

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