La Argentina de Milei endurece su condena a la dictadura de Ortega

El nuevo gobierno da un giro en política exterior y lanzó una dura condena a la dictadura nicaragüense, además de demandar la liberación de presos políticos.

Federico Villegas, representante de Argentina en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

A poco más de una semana de haber asumido el poder, el presidente argentino Javier Milei ha dado un giro a la política exterior de su antecesor, Alberto Fernández, con respecto a la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua y se sumó a la condena contra ese régimen en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

En Ginebra, el representante argentino ante el Consejo, Federico Villegas, respaldó las declaraciones de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Nada Nashif, para quien “cada día Nicaragua se desvía aún más de los derechos humanos”, en referencia crítica a la política del régimen orteguista.

En su discurso, Villegas afirmó que el nuevo gobierno de Milei “no aceptará que se invoquen la soberanía ni las sanciones económicas como justificación para no garantizar la plena vigencia de los derechos humanos”, en referencia no sólo a Nicaragua, sino a argumentos que suelen utilizar Cuba, Venezuela y otros países ante las denuncias que reciben de organismos internacionales.

En este sentido, el discurso de Argentina en Ginebra es elocuente y denunció “arrestos arbitrarios sin garantizar el debido proceso de juicios como el obispo Rolando Álvarez, la tortura y el maltrato en la cárcel”. Villegas denunció la “deportación, la eliminación arbitraria de la nacionalidad y la prohibición de que los nicaragüenses regresen a su país”, así como “un sistema de justicia que carece de toda independencia”.

El representante argentino también instó a las autoridades nicaragüenses “a liberar de inmediato a todas las personas detenidas arbitrariamente y a restablecer los derechos de las personas privadas de su nacionalidad”, en abierta crítica a las políticas de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, contra la oposición política y señalados como disidentes al régimen.

El giro en la política exterior responde a una decisión de Milei que desde la campaña electoral aseguró que estaría alejado de las dictaduras de Nicaragua, Venezuela y Cuba.

Según el diario argentino La Nación, la nueva canciller, Diana Mondino dio la orden de promover el retorno de la delegación argentina en el Consejo de Derechos Humanos al grupo de países que promueven una resolución de condena a la política de derechos humanos en Nicaragua, a diferencia del gobierno de Alberto Fernández.

Con el triunfo electoral de Milei, Ortega había el retiro de su embajador en Buenos Aires, Carlos Midence. El nuevo mandatario argentino ha dicho que no nombrará embajador en Managua.

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