La congelación de fondos de EEUU golpea a medios independientes y redacciones en el exilio

De acuerdo a la ONG Reporteros sin Fronteras, la libertad de prensa se ve comprometida por la suspensión de las ayudas por parte del gobierno de Donald Trump a medios independientes.

La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de congelar la concesión de miles de millones de dólares destinados a proyectos de ayuda en todo el mundo ha sumido en una crisis sin precedentes a medios independientes y periodistas exiliados, según denunció Reporteros Sin Fronteras (RSF).

La medida, que afecta a $268 millones asignados por el Congreso para apoyar el libre flujo de información, ha generado una ola de incertidumbre en redacciones de países con regímenes represivos y ha golpeado especialmente a los medios de comunicación en el exilio.

Desde la entrada en vigor de la decisión, numerosas organizaciones y periodistas han alertado del impacto catastrófico sobre la libertad de prensa.

Según RSF, la suspensión de la ayuda estadounidense ha paralizado proyectos esenciales en medios independientes de países como Irán, Rusia, Camerún y Ucrania.

El presidente Donald Trump congeló toda la ayuda de Estados Unidos al extranjero.

“La congelación de fondos supone un duro golpe para el periodismo libre y la democracia”, afirmó Clayton Weimers, director de la oficina de RSF en Norteamérica.

Periodismo en el exilio: un panorama sombrío

El recorte también ha afectado gravemente a los medios digitales de periodistas nicaragüenses en el exilio en Costa Rica, España y Estados Unidos, que dependen de estos fondos para su sostenibilidad.

En un contexto de extrema dificultad, en el que la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo no solo ha obligado a estos comunicadores a abandonar su país, sino que les ha expropiado bienes y cuentas bancarias, ahora se ven golpeados por la falta de recursos provenientes de la asistencia internacional.

“La noticia nos cayó como un balde de agua fría”, dijo un periodista nicaragüense exiliado en San José, quien prefirió mantener el anonimato por razones de seguridad.

“Si no encontramos financiamiento en los próximos meses, tendremos que cerrar o reducir drásticamente nuestra cobertura”, agregó.

Situaciones similares se repiten en varias redacciones según conoció Centroamérica 360, que reporta que periodistas nicaragüenses y salvadoreños en el exilio han tenido que recortar presupuestos y proyectos a plazos de entre cuatro y seis meses, con el riesgo de un cierre definitivo.

El panorama se agrava con las recientes decisiones migratorias de Washington. Además del recorte de fondos, la administración Trump ha suspendido todos los programas migratorios, cerrando la posibilidad de que periodistas exiliados viajen a EE.UU. en busca de protección o financiamiento alternativo.

Un efecto global en la prensa libre

El impacto de la medida se extiende a nivel global. En Ucrania, donde nueve de cada diez medios dependen de la financiación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), numerosas publicaciones ya han anunciado recortes drásticos en sus operaciones.

“El 80 % de nuestro presupuesto se ve afectado”, alertó Anna Babinets, directora general del medio de investigación Slidstvo.Info, con sede en Kiev. 

La falta de recursos amenaza con empujar a varios medios independientes hacia la financiación privada, lo que podría comprometer su independencia editorial.

En Irán, una redacción en el exilio ha debido suspender la colaboración con su personal durante tres meses y reducir los salarios al mínimo.

“Cerrar el grifo significa que los regímenes autoritarios ganarán más poder”, advirtió un periodista iraní entrevistado por RSF.

La situación ha sumido a USAID en el caos. Su sitio web ha sido desactivado, su cuenta en X suspendida y su sede cerrada.

Elon Musk, nombrado por Trump como responsable del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, calificó a la agencia de “organización criminal” y anunció su cierre, mientras que el secretario de Estado, Marco Rubio, asumió interinamente su dirección, sugiriendo la transferencia de sus funciones al Departamento de Estado.

Un llamado urgente a la comunidad internacional

Frente a esta crisis, RSF ha hecho un llamado a la comunidad internacional y a los patrocinadores privados para que refuercen su apoyo a los medios independientes en riesgo de desaparición.

“Si estos fondos no se reactivan o no se encuentran nuevas fuentes de financiamiento, asistiremos a un apagón informativo sin precedentes en zonas donde la información libre es vital”, advirtió Weimers.

El congelamiento de la ayuda exterior está programado para durar 90 días, según fuentes oficiales de la administración estadounidense.

Sin embargo, según expertos en financiamiento de medios, las revisiones de contratos podrían prolongarse indefinidamente, generando un vacío que podría ser aprovechado por actores interesados en debilitar la prensa independiente.

Con redacciones en el exilio al borde del colapso y medios en zonas de conflicto sin alternativas de financiamiento inmediato, el periodismo enfrenta uno de sus momentos más críticos en décadas. 

Es una carrera contrarreloj para encontrar soluciones antes de que la información libre sea silenciada, concluyó RSF.

Con información de RSF.

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