La corrupción, el crimen organizado y limitaciones presupuestarias, los retos de Arévalo

Analistas guatemaltecos y extranjeros comentaron sobre los grandes desafíos que tiene el nuevo mandatario guatemalteco.

Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala.

Combatir la corrupción, enfrentar la creciente amenaza del crimen organizado y cumplir sus promesas en medio de las limitaciones presupuestarias del Estado guatemalteco son los principales desafíos del nuevo presidente Bernardo Arévalo, según varios analistas locales y extranjeros citados por la publicación Latin American Advisor del tanque de pensamiento Diálogo Interamericano.

Según Stephen G. McFarland, exembajador de Estados Unidos en Guatemala: “la juramentación del presidente Arévalo y la sorpresiva victoria de su partido para liderar el Congreso representan no sólo un cambio de gobierno, sino un comienzo crucial en la transición de una autocracia corrupta a una democracia”.

Para McFarland, quien estuvo presente en Guatemala durante la toma de posesión, Arévalo se  enfrenta a varios desafíos que incluyen “las altas expectativas por parte de la población de resultados rápidos en justicia social, empleo y anticorrupción y un esfuerzo continuo de sectores que se beneficiaron de la corrupción y la captura del Estado para debilitar y posiblemente derrocar al gobierno, confiando en la Fiscal General Consuelo Porras para obstaculizar la gobernabilidad”.

El exembajador Stephen McFarland estuvo en Guatemala durante la transmisión de mando presidencial.

Además, McFarland advierte que el aparato gubernamental y la administración pública guatemalteca están “debilitados por más de 12 años de creciente malversación”.

A eso hay que sumarle, según McFarland “un modelo económico basado en profundas desigualdades que depende cada vez más de la migración (unas 300.000 personas cada año) a Estados Unidos y las remesas (será difícil persuadir a las elites económicas para que adopten reformas”.

Y finalmente, el exdiplomático subraya como riesgo “la creciente presencia de los cárteles de la droga en la política y la economía”.

Pero McFarland asegura que pese a los retos, el gobierno de Arévalo tiene puntos fuertes: “El propio Arévalo es confiable, no dogmático, honesto y conciliador”.

“Hay un cambio de paradigma entre gran parte del pueblo guatemalteco, y algunas élites, que la gobernanza y la política pueden y deben cambiar. También hay un enorme interés internacional en apoyar al nuevo gobierno, incluido el de Estados Unidos”, subrayó McFarland.

Estancamiento económico y división política

Para María Fernanda Bozmoski, subdirectora de operaciones y finanzas del Centro para América Latina Adrienne Arsht del Atlantic Council, Arévalo “se enfrenta a una corrupción arraigada, al estancamiento económico y a una división política profundamente arraigada”.

Bozmoski recuerda que más de la mitad de la población de Guatemala vive en la pobreza y la desigualdad sigue siendo alta.

“Como lo indicaron sus promesas previas a la toma de posesión, es probable que el enfoque político de Arévalo se centre en desbloquear el crecimiento económico, la erradicación de la pobreza y la reforma educativa”, señala la especialista del Atlantic Council.

Bozmoski advierte que el éxito de la administración Arévalo “también depende de mantener el apoyo internacional, especialmente de Estados Unidos, en estos esfuerzos”.

María Consuelo Porras, fiscal general de Guatemala.

Destituir a la fiscal Porras

Uno de los mayores retos del presidente Arévalo es destituir a la fiscal general, Consuelo Porras y rescatar la isntitucionalidad para combatir la corrupción, según advierte Úrsula Roldán, directora del Instituto de Investigación en Ciencias Socio Humanistas de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala.

“Sus mayores retos incluyen destituir al fiscal general para desactivar por completo la investigación penal con fines de persecución política a la administración pública. También debe rescatar las instituciones de todos los actores que han capturado al Estado para mantener sus privilegios y corrupción”, dice Roldán.

Porras, considerada por Estados Unidos como un actor “corrupto y antidemocrático”, impulsó una serie de persecuciones judiciales contra Arévalo, su partido Semilla y los magistrados del Tribunal Supremo Electoral, durante el periodo de transición. Porras también es criticada por proteger los casos de corrupción del expresidente Alejandro Giammattei y otros exmandatarios.

La académica señala que “Arévalo también debería implementar un sistema de gestión pública transparente que implique consulta y participación con actores relevantes del país (como los pueblos indígenas y sociedades territoriales) y políticas que comiencen a combatir la pobreza y la exclusión”.

Roldán cree que el nuevo presidente también debería promover políticas económicas que fortalezcan a las pequeñas y medianas empresas. También debería ampliar el mercado laboral y realizar mejoras sustanciales en los salarios, así como buscar la resolución del conflicto agrario.

Baja carga tributaria

Mario Polanco, director del Grupo de Apoyo Mutuo, una organización de defensa de los Derechos Humanos de Guatemala que surgió en 1984 para buscar a personas desaparecidas a manos del Estado, advierte que en las recientes elecciones, “la sociedad dio la espalda al establishment, favoreciendo una expresión política que tradicionalmente ha sido excluida de la toma de decisiones”.

Polanco elogia a Arévalo, de quien dice “ha llevado una vida caracterizada por la honestidad y la transparencia”.

El primer obstáculo es la baja carga tributaria, que ronda el 10 por ciento, lo que significa que el presupuesto del país sigue siendo bajo –típico de un país pobre– y por lo tanto habrá poco dinero para lograr los planes que se han propuesto. En segundo lugar, está la batalla que habrá que librar en varios frentes contra quienes han gobernado anteriormente, quienes seguramente ya deben estar preparándose para hacer imposible gobernar en los próximos cuatro años”, señala Polanco.

Los nuevos líderes tienen el desafío de sentar las bases de cambios positivos, reales y percibidos por la población. Sólo así Guatemala podrá iniciar su transformación hacia una sociedad más justa y equitativa en el futuro”.

Sergio Paiz, empresario guatemalteco, presidente de Fundepa y directivo de Fundesa

Crear empleos para frenar la migración irregular

Para el empresario Salvador Paiz, presidente de la Fundación Sergio Paiz Andrade y miembro del directorio de Fundesa en Guatemala, para Arévalo, “cumplir su agenda será complicado dadas las restricciones presupuestarias para 2024 y las asignaciones de la administración anterior”.

“Las deficientes capacidades de ejecución en cada ministerio empeoran el problema. Será necesario un Congreso que lo apoye, pero depende de las alianzas relativamente “fluidas” que su partido minoritario ha creado con los partidos políticos arraigados que había criticado con tanta vehemencia durante su campaña”, advierte Paiz.

Para el empresario, la migración irregular será un tema candente en las elecciones estadounidenses de 2024, y la única forma real de abordarla será acelerando la creación de empleo local.

“Aliviar las principales limitaciones del desarrollo (infraestructura, capital humano, estado de derecho) requerirá amplias alianzas entre sectores. Un plan conjunto con el sector privado parece una solución  medida inteligente para movilizar dólares reales hacia el aumento de la inversión local/extranjera y la creación de empleo”, subrayó Paiz.

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