La dictadura de Nicaragua anunció este martes su “retiro inmediato e irrevocable” de la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ), argumentando que el tribunal no ha logrado cumplir con su propósito original de integración regional y que su estructura responde a una realidad incoherente.
En una carta enviada al magistrado presidente en funciones de la CCJ, el salvadoreño César Ernesto Salazar Grande, el canciller orteguista, Valdrack Jaentschke, comunicó la decisión del régimen de Daniel Ortega de denunciar el Convenio del Estatuto de la Corte Centroamericana de Justicia, aprobado en diciembre de 1992, y proceder con el retiro del país de la institución.
El documento sostiene que, a pesar de haber sido creada como el órgano judicial regional del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), la CCJ únicamente ha contado con la participación de magistrados de Nicaragua, Honduras y El Salvador, sin lograr la integración de todos los países miembros.
El anuncio se da el mismo día que la dictadura de Managua intentó imponer una vez más al excanciller Denis Moncada Colindres como Secretario General del SICA, lo que fue rechazado durante el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la región.
El régimen de Managua argumenta que el Estatuto y el Reglamento de la Corte no responden a la realidad de su composición, ya que la institución está sometida a decisiones del Consejo Judicial Centroamericano y del Caribe, un organismo que no forma parte del SICA y que incluye la participación de países que nunca han integrado la CCJ o que no forman parte del Estatuto.
“Esta situación es incoherente y no permite el desarrollo de una Corte que represente una verdadera integración regional, en la que todos los países miembros del SICA participen en igualdad de condiciones”, señala la misiva.
Por ello, Nicaragua considera que su permanencia en la CCJ es insostenible e inaceptable, por lo que la decisión de retiro es soberana e irrevocable.
La actual sede de la CCJ está en Managua así que es de suponer que la dictadura Ortega-Murillo expulsará al organismo del país.
Ortega refuerza su aislamiento regional
El retiro de Nicaragua de la CCJ se suma a una serie de medidas adoptadas por el régimen de Ortega que han alejado al país de los mecanismos de integración regional.
En los últimos años, Nicaragua ha tensado sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos, la Unión Europea y varios países centroamericanos, lo que ha generado un mayor aislamiento en el ámbito internacional. Además, ha abandonado la Organización de Estados Americanos (OEA) y varios organismos de Naciones Unidas.
A pesar de esta decisión, el comunicado reitera que el país mantendrá su compromiso con la integración regional, pero basada en “la igualdad y el respeto a la soberanía de los Estados”.