La dictadura de Ortega impone el terror contra la Iglesia Católica, dice informe

El régimen nicaragüense mantiene presos a 11 sacerdotes, incluyendo el obispo de Matagalpa, además ha congelado cuentas de la Iglesia y mantiene un acoso psicológico, campañas de desprestigio y discursos de odio contra ella.

Una investigación sobre la persecución a la Iglesia Católica en Nicaragua reveló que la dictadura sandinista que encabeza Daniel Ortega y Rosario Murillo ha atacado 667 veces a la institución religiosa, incluyendo la detención de un obispo y 10 sacerdotes.

El informe Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida?, elaborado por la investigadora Martha Patricia Molina, analiza la persecución a la que se enfrentan la Iglesia Católica y otras iglesias en Nicaragua bajo el gobierno de Ortega-Murillo desde 2018 hasta agosto de 2023.

El estudio destaca diversas formas de agresión, como ataques a templos, cierres arbitrarios, represión de figuras religiosas, mensajes de odio, robos y profanaciones, y prohibiciones de actividades religiosas.

La investigación revela que, de 667 ataques contra la Iglesia católica. La Arquidiócesis de Managua es la más afectada con 242 actos. La hostilidad hacia las iglesias sigue persistiendo y evolucionando, explicó Molina este miércoles en la presentación del informe.

La investigadora denuncia que la Iglesia Católica en Nicaragua ha sido objeto de diversas formas de agresión por parte del gobierno Ortega-Murillo, entre ellas el estrangulamiento económico, las agresiones físicas y el acoso psicológico contra el clero y sus familias.

Desde el inicio de las protestas en abril de 2018, el gobierno ha reducido significativamente el subsidio económico a la Iglesia, de 42,6 millones de córdobas a principios de 2018 a una proyección de 3,8 millones de córdobas en 2019.

El obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez fue arrestado en agosto y en enero fue acusado de delitos políticos, condenado a 26 años de cárcel.

Ataques vienen incrementando

A esta presión financiera se han sumado ataques físicos a propiedades y personal eclesiástico.

Los ataques han ido empeorando: pasaron de 55 casos en 2021 a 171 en 2022 y a 205 hasta agosto de 2023.

El gobierno también ha atacado a miembros del clero a título individual. Por ejemplo, secuestró a 11 sacerdotes, incluyendo al obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de cárcel y torturado en una celda de castigo.

Además de estos ataques físicos y económicos, el gobierno también ha llevado a cabo un acoso psicológico y campañas de desprestigio, discursos de odio y difundida información falsa sobre la Iglesia, como la afirmación de que los sacerdotes estaban robando dinero destinado a los profesores de las escuelas parroquiales.

“Estas acciones representan un esfuerzo concertado del gobierno Ortega-Murillo para socavar a la Iglesia Católica en Nicaragua”, dijo Molina.

La Iglesia católica de Nicaragua ha desempeñado un papel importante en las protestas contra el gobierno Ortega-Murillo desde 2018, al servir como mediadora en el diálogo nacional entre el gobierno y la oposición, y también ha proporcionado refugio y ayuda médica a los manifestantes atacados por las fuerzas de seguridad de la dictadura.

La imagen de la Sangre de Cristo en la catedral de Managua fue incinerada por desconocidos. Las autoridades no quisieron investigar el hecho.

Confiscación, robos y barbarie

Sin embargo, la implicación de la Iglesia en las protestas la ha convertido en objetivo del régimen.

Como ya se ha mencionado, el gobierno ha reducido la subvención económica a la Iglesia, ha atacado propiedades y personal eclesiástico y ha ejercido acoso psicológico.

El régimen ha cerrado y confiscado 13 propiedades de la iglesia, que incluyen 4 universidades, 2 institutos, 15 medios de comunicación, 7 congregaciones (incluyendo conventos y casas de residencia de religiosos) y 11 proyectos sociales como clínicas, comedores, orfanatos, asilos de ancianos y otros.

Esto ha generado un clima de miedo e intimidación, miembros del clero han sido secuestrados por la policía y a más de 30 se les ha prohibido entrar en el país, ha desnacionalizado a varios y les ha congelado cuentas, confiscado propiedades y desterrado.

El informe señala que las figuras e instituciones religiosas de Nicaragua se han enfrentado a una serie de actos violentos y amenazas.

Estos incluyen ataques físicos, amenazas de muerte y actos de profanación contra edificios religiosos.

La investigadora Martha Patricia Molina, durante la presentación del informe.

Fuego, amenazas, golpes y violencia sandinista

Ha habido casos en los que figuras religiosas han sido agredidas físicamente. Por ejemplo, dos figuras religiosas, un sacerdote y una monja, fueron agredidas cuando fuerzas paramilitares y grupos de choque del régimen de Ortega profanaron y tomaron la Catedral Metropolitana de Managua en 2021.

Algunas figuras religiosas también han recibido amenazas de muerte. Por ejemplo, el padre Juan de Dios García, representante de la Iglesia de Santiago en Jinotepe, Carazo, denunció haber sido víctima de amenazas de muerte y de una ola de descrédito moral.

Las amenazas contra él comenzaron después de que abriera las puertas de la iglesia a los estudiantes universitarios que estaban siendo agredidos durante las protestas contra las reformas de la seguridad social.

La dictadura también ha ordenado la profanación de edificios religiosos, siendo el más grave el incendio en la catedral metropolitana de Managua y las amenazas de un hombre armado y en motocicleta que entró en el altar mayor de la Catedral de Managua de forma violenta, causando miedo y desorden en la feligresía.

La dictadura de Ortega confiscó la Universidad Centroamericana de la congregación jesuita en agosto.

Tipología de agresiones

La investigación destaca que los autores de estos actos están asociados principalmente con el régimen Ortega-Murillo, incluyendo policías y militares, fuerzas paramilitares respaldadas por la dictadura, tropas de choque y otros actores estatales.

Las tipologías de agresiones contra la Iglesia Católica en Nicaragua, según el estudio, incluyen:

  1. Agresiones físicas: Estas incluyen ataques físicos a miembros del clero y a los fieles, así como daños a propiedades de la Iglesia.
  2. Agresiones económicas: Esto se refiere a la reducción de la subvención económica a la Iglesia por parte del gobierno.
  3. Hostigamiento psicológico: Esto incluye el asedio a iglesias y la difusión de información falsa sobre la Iglesia y sus miembros.
  4. Prohibiciones de actividades religiosas: Esto incluye la prohibición de procesiones, actos de piedad popular, misas y otras actividades propias del catolicismo.
  5. Robos y profanaciones: Esto se refiere a la sustracción ilegal de artículos de valor de los templos y edificios religiosos y a la grave ofensa a la fe católica.
  6. Represiones a Laicos: Esto incluye agresiones, amenazas e impedimentos a la libertad de culto.
  7. Persecución a religiosos: incluye las detenciones a sacerdotes, expulsión de religiosos y destierro y exilio forzado.

 

 

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