La Iglesia Católica nicaragüense ha sufrido al menos 396 ataques de parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde 2018, según el informe “Nicaragua ¿una iglesia perseguida?”, realizado por la investigadora nicaragüense Martha Patricia Molina Montenegro.
Las agresiones han ido en crecimiento desde 2018 y se han atacado templos, cerrado medios de comunicación y organizaciones católicos, se ha obligado al exilio de religiosos y además, se ha encarcelado a un obispo, varios sacerdotes y seminaristas, revela el informe que contempla el periodo de abril de 2018 a octubre de 2022.
Un obispo, monseñor Rolando Álvarez de Matagalpa fue secuestrado por la policía orteguista desde agosto pasado, sin que se conozca su paradero. Tampoco se ha hecho público ningún cargo judicial ni se ha iniciado un proceso. Además, hay otro siete sacerdotes encarcelados, dos de ellos con condena impuesta por un juez. También hay dos seminaristas encarcelados y bajo juicio y un diácono encarcelado y procesado.
“ A todos se les han vulnerado sus garantías constitucionales y del debido proceso”, dice el informe.
Además, al menos 11 religiosos se han exiliado, entre los que se encuentran el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez. También ocho sacerdotes y dos diáconos. También dos religiosos han sido expulsados, a otro sacerdote se le ha prohibido salir del país, y a ocho clérigos se les ha prohibido la entrada a Nicaragua.
En junio pasado, la dictadura también anuló la personería jurídica de la Asociación Misioneras de la Caridad de la Orden Madre Teresa de Calcuta y expulsó a las religiosas a Costa Rica. El régimen confiscó sus bienes.
Además, en marzo de 2022, la dictadura expulsó al Nuncio Apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, representante del papa Francisco en Nicaragua.
Molina Montenegro, abogada con maestría en la universidad de Salamanca-España, revela en su informe que el año que más ataques ha sufrido la Iglesia Católica nicaragüense es 2022 con una cifra de 127 agresiones. Seguido de los años 2018 y 2019, con 81 y 76 embates respectivamente. Siendo 2020 y 2021 los años con menos ataques registrados; 58 y 54 respectivamente.
“En el año 2018 la primera entrega registró 49 agresiones, sin embargo, en la segunda hemos identificado 81, significa que se adicionaron 32 hostilidades. En el año 2019 los ataques que se sumaron fueron 24 porque en la primera entrega se documentaron 52 y en la segunda 76 ataques”, dice el informe.
Templos profanados
El informe revela que muchos templos han sido profanados e irrespetados por personas afines a la dictadura nicaragüense. También se han cometido robos y en la mayoría de los casos los robos van acompañados de profanaciones.
“Se han efectuado graves daños a la infraestructura, desde deteriorar una ventana hasta intentar incendiar el templo, al mismo tiempo, se ha impedido y prohibido realizar actividades propias del culto religioso, entre ellas procesiones, misas, rezos”, explica el reporte.
Además, las autoridades nicaragüenses también han bloqueado los servicios básicos como agua potable y energía eléctrica y/o se han incrementado los saldos de las facturas de cobro. Todo lo anterior ha sido realizado con el único objetivo de obstaculizar la vida religiosa.
También Organizaciones Sin Fines de Lucro (OSFL), Medios de comunicación y proyectos religiosos han sido cerrados por la dictadura.
“Se han cancelado 2242 personerías jurídicas a diversas oenegés, entre ellas, encontramos 10 organizaciones religiosas que ofrecían ayuda a las personas más necesitadas del país”, detalle el informe.
Además de las oenegés, han sido cerrados la mayoría de los medios de comunicación de la iglesia católica que se dedicaban a llevar la palabra de Dios a todos los hogares nicaragüenses. También han sido clausurados proyectos sociales religiosos propios de la iglesia católica.
Según el informe, obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosas y monjas “han sido asediados, desprestigios, difamados, amenazados de muerte, obligados a exiliarse debido a la persecución política y las diversas amenazas en contra de ellos”.
“Los religiosos es el grupo que más embestidas registró, con 133 hostilidades. El segundo grupo afectado fueron los templos, con 104 ataques. En tercer lugar, logramos identificar 62 agresiones a laicos que se encontraban en los templos”, detalla el reporte.