La dictadura de NIcaragua firmó la noche del jueves con China el acuerdo para un crédito equivalente a unos 430 millones de dólares para la construcción de un aeropuerto internacional y una terminal de gas licuado.
Al mismo tiempo anunciaron que la empresa estatal China CAMC Engineering trabajará en la reconstrucción, ampliación y mejoramiento de la pista aérea de Punta Huete, unos 58 kilómetros al norte de Managua, para convertirlo en un aeropuerto internacional, y en la planta de GLP.
CAMC tiene un historial de corrupción, sobreprecios y proyectos mal terminados en Nepal, Bolivia y África.
El convenio se da como parte de una “asociación estratégica” anunciada esta semana luego de una conversación telefónica entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, dijo Laureano Ortega Murillo, hijo del mandatario y asesor presidencial para inversiones, comercio y cooperación internacional.
“El proyecto del Aeropuerto Internacional Punta Huete es un proyecto transformador para Nicaragua, es un proyecto que va a permitirnos posicionarnos en Centroamérica como la plataforma regional para la exportación e importación de productos, nos permitirá fortalecer el turismo en Nicaragua, nos permitirá enlazarnos más y mejor con los pueblos del mundo, tanto en su etapa de construcción, como en su etapa de operación, creará miles de puestos de trabajo que beneficiará a los nicaragüenses, es un proyecto estratégico del Estado Nicaragüense, para dar los saltos cuantitativos y cualitativos hacia el desarrollo y nos sentimos sumamente orgullosos de estarlo llevando a cabo con una empresa líder en el mundo como CAMC”, dijo Laureano Ortega.
El ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, dijo que el convenio es en la moneda china, el yuan, lo que calificó como “una ventaja importante para el país en la estrategia de desdolarización”.
No hubo detalles de la tasa de interés ni el plazo del crédito.
La trampa de la deuda china es una estrategia de ese país que consiste en la financiación para deuda o grandes proyectos, bajo condiciones de devolución, intereses y amortización del capital muy difíciles de cumplir. Llegado el momento, los estados no pueden cumplir los plazos y los acreedores exigen los bienes en los que se ha invertido o favores geopolíticos.
El gigante asiático ha sido acusado de llevar a cabo estas prácticas, no solo por sus inversiones en la “Nueva Ruta de la Seda” sino también por los desembolsos que ha llevado a cabo en infraestructuras, deuda soberana o empresas con alto interés estratégico. China maquilla sus adquisiciones haciéndolas pasar por inversiones comerciales privadas, sin embargo, el mayor accionista de estas empresas es el Gobierno Chino.
El historial de CAMC
La Compañía de Ingeniería CAMC de China que realizará la reconstrucción, expansión y mejora del Aeropuerto Internacional de Punta Huete es una subsidiaria del conglomerado China National Machinery Industry Corporation, también conocido como Sinomach.
CAMC o Sinomach tienen experiencia en construir aeropuertos a precios sobrevaluados y con deficiencias en su construcción y por supuesto, financiados por China a través de préstamos. CAMC está envuelta en un escándalo en Nepal, un país fronterizo con China, donde se ubica el emblemático Monte Everest y una de las naciones más pobres de la zona.
Es el caso del Aeropuerto Internacional de en Pokhara, la segunda ciudad más grande de Nepal. A un costo de 216 millones de dólares, abrió sus puertas en enero y ha sido un fracaso monumental. China acordó proporcionar préstamos para construir el aeropuerto hace más de una década. ¿La constructora? China CAMC Engineering, el brazo de construcción del conglomerado estatal, Sinomach, como contratista.
Según una serie de artículos publicados por The New York Times en octubre y noviembre, el aeropuerto no ha podido atraer ningún vuelo internacional regular, lo que plantea preocupaciones sobre si generará suficientes ingresos para pagar los préstamos a sus prestamistas chinos. Los funcionarios de Nepal han pedido a Beijing que cambie los préstamos por una subvención para aliviar la carga financiera, pero China no ha aceptado hacerlo.
El mes pasado, The New York Times informó que CAMC había inflado el costo del proyecto y socavado los esfuerzos de Nepal por mantener el control de calidad, dando prioridad a sus propios intereses comerciales. La Autoridad de Aviación Civil de Nepal, la agencia que supervisa la construcción del aeropuerto, no hizo nada al respecto, para evitar molestar a Pekín.
En Nepal, China, CAMC Engineering, importó materiales de construcción y maquinaria de movimiento de tierras de China. El aeropuerto, construido con un diseño chino, está repleto de tecnología de seguridad e industrial fabricada en China.
La investigación de The New York Times, basada en entrevistas con seis personas involucradas en la construcción del aeropuerto y un examen de miles de páginas de documentos, encontró que China CAMC Engineering había dictado repetidamente términos comerciales para maximizar los beneficios y proteger sus intereses, mientras desmantelaba la supervisión nepalí de su trabajo.
Esto ha dejado a Nepal un aeropuerto internacional, a un precio significativamente inflado y sin los pasajeros necesarios para pagar los préstamos a su prestamista chino.
El acuerdo de préstamo chino solo permitía a las empresas chinas pujar por el trabajo. La oferta ganadora de CAMC de 305 millones de dólares, resultó ser casi el doble de lo que Nepal había estimado que costaría el aeropuerto, lo que levantó la iría de algunos políticos nepaleses, que calificaron el precio de escandaloso y el proceso de licitación amañada. Luego, CAMC bajó el precio alrededor del 30 por ciento, a 216 millones de dólares.
En Bolivia
CAMC también se vio envuelta en un escándalo de corrupción y tráfico de influencias en Bolivia luego que contratara a Gabriela Zapata, una amante del entonces presidente boliviano, Evo Morales, como su representante en el país sudamericano.
El escándalo se denunció públicamente en los primeros días de febrero de 2016, aludiendo el tráfico de influencias que existiría a favor de la empresa China CAMC debido a que Morales y la gerente comercial de dicha empresa, Zapata eran amantes.
La empresa china se adjudicó siete contratos del Gobierno por más de 560 millones de dólares. Zapata fue detenida poco después por la justicia boliviana.
Además, la justicia boliviana ejecutó el cobro de una penalización por 86 millones de dólares contra la CAMC para garantizar su papel en la construcción de un ferrocarril, el cual no había podido concluir a tiempo.