Laureano Ortega devela que dictadura de Nicaragua se prepara ante impacto de nuevas sanciones de EEUU

Con cada vez más poderes políticos, concedidos por su padre, Daniel Ortega, este funcionario del régimen asegura que no tienen expectativas por el próximo gobierno de Donald Trump.

Laureano Ortega, hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, los dictadores de Nicaragua.

En una entrevista excesivamente complaciente del canal estatal ruso RT en Español, Laureano Ortega Murillo, hijo de los dictadores de Nicaragua Daniel Ortega y Rosario Murillo, intentó proyectar una imagen de fortaleza y preparación frente a las sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa contra el régimen nicaragüense.
Sin embargo, la conversación, plagada de declaraciones propagandísticas y evasivas, evitó abordar el papel que Laureano desempeña en los delitos de lesa humanidad, corrupción y lavado de dinero de su familia que motivaron dichas sanciones.
Laureano, sancionado desde 2019 por el Departamento del Tesoro, fue señalado por facilitar los negocios ilícitos de su familia, incluyendo esquemas de corrupción relacionados con proyectos de inversión internacional y su colaboración en la represión contra opositores.
Estas sanciones forman parte de un esfuerzo más amplio por parte de Washington y Bruselas para presionar tanto a Nicaragua como a Venezuela debido a violaciones sistemáticas de derechos humanos y su involucramiento en actividades ilegales como el lavado de dinero a través de sistemas financieros internacionales.

Propaganda y evasivas

Durante la entrevista, Ortega Murillo defendió las recientes reformas constitucionales impulsadas por el régimen de su mamá, asegurando que fortalecen el “modelo cristiano, socialista y solidario” del gobierno.
Sin embargo, analistas consideran que estas modificaciones son un intento de consolidar aún más el control totalitario de su familia sobre las instituciones del país.

Respecto a la reelección de Donald Trump, el hijo de la pareja dictatorial minimizó las posibles consecuencias de nuevas sanciones, argumentando que no hay diferencias significativas entre los partidos políticos de Estados Unidos.
Laureano también aprovechó para criticar lo que describió como “el terrorismo económico” de Washington, omitiendo mencionar cómo las medidas punitivas han sido una respuesta a los actos de represión y corrupción de su familia.
A la vez, reafirmó los lazos de su familia con los regímenes de Rusia y China, países con los cuales su dictadura se desvive en elogios y apoyo internacional.
El historial de sanciones
Estados Unidos ha aplicado múltiples rondas de sanciones desde 2018 contra altos funcionarios del régimen sandinista, incluyendo a Laureano Ortega, en respuesta a la brutal represión de protestas pacíficas, el cierre de medios independientes y la persecución contra la Iglesia católica. Europa ha seguido un camino similar, condenando las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua y congelando activos de los miembros clave de la dictadura.

El rol de Laureano: corrupción y represión

Laureano Ortega Murillo ha sido identificado como pieza clave en los esquemas de lavado de dinero que financian el aparato represivo de su familia. Además, ha participado activamente en la construcción de la narrativa internacional del régimen, intentando contrarrestar las denuncias de opositores y organismos de derechos humanos. Su papel en la promoción de proyectos con países como China y Rusia ha sido duramente criticado por carecer de transparencia y beneficiar únicamente a las élites del régimen.
Un futuro incierto
Pese al optimismo propagandístico expresado en la entrevista, la situación para el régimen Ortega-Murillo se torna cada vez más complicada.
El retorno de Trump a la presidencia estadounidense podría endurecer aún más las sanciones y cerrar vías de financiamiento externo. Mientras tanto, los ciudadanos nicaragüenses siguen enfrentando una grave crisis económica y social, exacerbada por el aislamiento internacional del país.
Con esta entrevista, Laureano Ortega Murillo no logró más que reafirmar la desconexión de la dictadura con la realidad del pueblo nicaragüense y su continua dependencia de aliados autoritarios como Rusia y China para perpetuar su control.

Exit mobile version