Congresistas y senadores estadounidenses de ambos partidos condenaron al Parlamento Centroamericano por su decisión de reemplazar a Taiwán por China como observador permanente a raíz de que la mayoría de los miembros de la organización cambiaron el reconocimiento diplomático a China.
El senador demócrata Tim Kaine y el senador republicano Marco Rubio emitieron una declaración conjunta condenando al Parlacen por la propuesta de expulsar al Yuan Legislativo de Taiwán y, en su lugar, reconocer al Congreso Nacional del Pueblo Chino como observador permanente.
“Desde 1999, Taiwán ha servido como un socio fuerte en su papel como observador permanente del Parlamento Centroamericano, fomentando la buena gobernanza y el desarrollo económico en nuestro hemisferio, mientras que el régimen de China ha socavado constantemente la democracia, obstaculizado el crecimiento sostenible en la región y sometido a los uigures en Xinjiang al genocidio, la tortura, la violación y la detención arbitraria”, dice la declaración.
“Como líderes del Subcomité de Relaciones Exteriores que supervisa el Hemisferio Occidental, condenamos este voto para expulsar a Taiwán y admitir a China”, añadieron Rubio y Kaine.
Kaine y Rubio son los presidentes y miembros de alto rango del Subcomité de Relaciones Exteriores del Senado sobre el hemisferio occidental.
En una declaración en su página de Twitter, eEl representante republicano Mario Díaz-Balart, copresidente del Caucus del Congreso de Taiwán, dijo que la decisión de cancelar el estatus de observador permanente de Taiwán en el Parlacen, fue “un ataque condenable a la democracia”.
“Taiwán es un aliado democrático clave y socio de los EE. UU., y es crucial que la administración Biden apoye y promueva la posición legítima de Taiwán en el escenario internacional”, dijo Díaz-Balart en el mensaje de Twitter.
Haciéndose eco de Díaz-Balart, la senadora republicana Marsha Blackburn dijo que Estados Unidos debería seguir a su lado de Taiwán para hacer frente a la creciente influencia de China en todo el mundo.
El Parlacen, que se creó en 1991, tiene seis países miembros: Guatemala, República Dominicana, El Salvador, Honduras, Panamá y Nicaragua. Taiwán se había unido a la entidad -cuyas resoluciones son políticas y no vinculantes en esos países- como observador permanente en 1999.
Guatemala, donde tiene su sede el parlamento, es el único miembro que todavía tiene vínculos oficiales con Taiwán. Los otros, El Salvador, la República Dominicana, Honduras, Nicaragua y Panamá, han cambiado el reconocimiento diplomático a Beijing en los últimos años.
La propuesta de revocar el estatus de observador permanente de PARLACEN del Yuan Legislativo de Taiwán y reemplazarlo por el del Congreso Nacional del Pueblo Chino fue planteada por representantes del partido del dictador nicaragüense Daniel Ortega.
La cancillería taiwanesa acusó a los legisladores nicaragüenses, a su líder Daniel Ortega y a otros legisladores pro-China en el PARLACEN de ser peones de Beijing y de hacer caso omiso de las contribuciones de décadas de Taiwán a la organización parlamentaria regional.