Líder opositor presenta en la ONU informe de persecución religiosa en Nicaragua

Félix Maradiaga cuenta en “Persecución sin precedentes”, sobre la represión que viven religiosos bajo la dictadura de su país.

En un evento paralelo a la presentación de informes del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, el líder político opositor Félix Maradiaga presentó un informe denominado “Persecución sin precedentes: El estado de la libertad religiosa en Nicaragua”.

“Expliqué que en Nicaragua el rol de la Iglesia Católica es mucho más amplio que el de una organización religiosa. Es una institución fundamental para el desarrollo, dado su papel en la educación, atención humanitaria, apoyo a migrantes en Centroamérica, presencia en proyectos de desarrollo social en áreas en donde el estado no tiene una presencia fuerte, entre otros”, dijo en sus redes sociales el ex preso político y desterrado nicaragüense.

“Por esa razón, la persecución a la iglesia por parte de la dictadura, no solo violenta un derecho humano básico como es la libertad de religión, sino que deja sin alternativas a miles de personas que reciben ayuda de la iglesia”, dijo Maradiaga.

Desde 2018 a la fecha, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo han atacado más de 500 veces a la Iglesia Católica y sus líderes, mediante la expulsión de sacerdotes y monjas, la confiscación de sus bienes y cuenta, juicios arbitrarios, destierros, desnacionalización, vandalismo y agresiones físicas, secuestros y condenas sin garantías de juicios.

“A manera de ejemplo, mencioné la cobertura educativa que tenían Fundación Fabretto, que ya no tiene presencia en Nicaragua y atendía a 50,000 niños”, dijo. 

“En la segunda parte del informe hicimos una exposición del atropello a la Universidad Centroamericana UCA (confiscada en agosto pasado a los jesuitas), y de los arrestos arbitrarios de religiosos, laicos y presos políticos”, precisó. 

Al menos 8 sacerdotes están presos y condenados en Nicaragua por el odio de la pareja dictatorial Ortega-Murillo a la Iglesia Católica, incluyendo al obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de cárcel y sometido a torturas y desaparición forzada por su posición de fe.

“Este informe se le entregó a varias delegaciones acreditadas en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. Dedicamos especial atención al caso de Monseñor Rolando Álvarez.  Hemos exigido con vehemencia una urgente respuesta de la comunidad internacional”, dijo el líder político.

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