La magistrada Blanca Alfaro es desde este jueves la nueva presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Guatemala, un cargo que asume en medio de una crisis causada por ataques judiciales en contra de la institución que encabeza desde hoy.
La coyuntura es complicada no para la persona, sino el cargo y el TSE, porque tiene que capear las investigaciones del Ministerio Público, verificar la turbulenta transición presidencial y del resto de autoridades electas en las generales de junio y, de paso, decidir si el plazo para el período electoral se amplía.
Alfaro, abogada y notaria de profesión, no ha estado ajena al foco público.
La toma de posesión se realizará en un acto privado del Pleno de Magistrados en la sede central del TSE, posteriormente Alfaro presidirá la reunión semanal con los fiscales nacionales de los partidos políticos.
— TSE Guatemala (@TSEGuatemala) October 25, 2023
Cuando los fiscales allanaron el TSE y secuestraron cajas con votos y actas que certifican el triunfo de Bernardo Arévalo, ella apareció en primer plano siendo empujada por personeros del Ministerio Público y, meses antes, fue ella Cinco días antes de que culmine el proceso comicial, la abogada y notaria tiene diferentes desafíos por delante en medio de la crisis que atraviesa el país provocada por el actuar del Ministerio Público (MP).
Meses antes, una publicación del The New York Times reveló que ella, siendo magistrada electoral, denunció ante la embajada de Estados Unidos un intento de soborno de parte de allegados del presidente Alejandro Giammattei.
Alfaro dijo que, además de todos los embrollos coyunturales que afrontará, tiene como meta la austeridad de la institución.
Por ley, debe reemplazar a Irma Palencia, el rostro más visible de parte del TSE en medio de la actual tormenta y quien presidió la institución desde el 14 de agosto de 2022 quien cumple el año, 2 meses y 14 días establecido.