Todos hablan del “romance” y del caso del “amor prohibido” gubernamental en Guatemala, excepto los involucrados: el joven Miguel Martínez, el exsuper ministro del extinto Centro de Gobierno y el hombre más influyente en el Ejecutivo, y el presidente Alejandro Giammattei. Y este miércoles, “Miguelito” lo volvió a demostrar al irse por la tangente en una pregunta directa de un periodista.
No dijo ni sí, pero tampoco no. El ingeniero, como se refieren a él en los círculos oficiales con aires de respetos cómplices, masculló un par de frases, con una de esas sonrisas nerviosas delatoras, y emprendió la retirada después de escuchar la incómoda pregunta.
#LHVídeo | Miguel Martínez se reunió con diputados de la bancada Vamos, sin embargo, negó a periodistas de La Hora que fuera para la elección de magistrados.
🎥: María José Bonilla/LH pic.twitter.com/dvuPVhUpAS
— Diario La Hora (@lahoragt) November 15, 2023
“Hay señalamientos que lo vinculan sentimentalmente con el presidente, ¿qué responde a eso?”, le dijo el reportero, como si se tratase de un paparazzi tratando de buscar la confirmación de una relación furtiva que, curiosamente, es del dominio público.
El ingeniero, el joven treintañero que había respondido con relativa tranquilidad a todos los cuestionamientos del reportero mientras salía del Congreso, donde se reunió con los diputados de Vamos, su partido, trató de restarle importancia a la pregunta y soltó lo primero que se le ocurrió, como lo hacen los amantes descubiertos cuando tratan de salir del embrollo.
“Eso lo han señalado desde hace…”. Ahí quedó su frase. La complementó moviendo la mano, dando a entender que el tema es un chisme añejo.
“¿Es cierto?”, le insistió el periodista. “Ustedes mismos lo dicen”, remató y se fue.
El ingeniero perdió el encanto, el del político joven, el que sonríe presumiendo su poder, pero no zanjó el tema, el que lo ha mantenido en el ojo del huracán.
Y mientras todos, o casi todos, hacen comentarios sobre cómo llegó a ser el hombre que más influye en el mandatario, el muchacho, el considerado corrupto por aprovecharse de la importante cuota de poder que tiene en la presidencia, prefiere ponerse párpados en los oídos e ignorar el qué dirán.
Al final de cuentas, así son los tórridos romances, esos en los que las señales están por todos lados, pero nadie se atreve a confirmar a pesar de haber visto lo que vieron y compartir lo que saben. En fin, cosas de poder entre chisme y cuasi prensa rosa.
De aquel ataque
Miguel Martínez dijo que el Ministerio Público tiene toda la información sobre las denuncias en contra de las turbas que lo atacaron en Antigua Guatemala y explicó que son unas 10 personas las señaladas por las agresiones.
Las acusaciones son “contra las personas que ellas mismas subieron los videos. Es algo que no le debe pasar a nadie, ni siquiera a los que entran en el próximo gobierno porque tenemos que trabajar en armonía y no buscar que se dañe la integridad física de cualquier persona”, dijo, mientras salía del Congreso donde “visitó” a los diputados de su partido, el oficialista Vamos.
“Es un tema bastante complicado que me tuvo desconectado, la familia es bastante importante”, agregó.
El pasado 14 de octubre, cuando salía de una parroquia en Antigua Guatemala, Martínez fue agredido por varias personas que le gritaban corrupto y tuvo que ser escoltado por guardaespaldas y policías. Su familia, que le acompañaba, también fue agredida y el vehículo en que iba su madre fue atacado con piedras.
Aquel ataque surgió, se supo, porque los ciudadanos lo consideran corrupto, por aprovecharse de la cercanía con Giammattei, y al identificarlo en medio de la crisis electoral, arremetieron contra él.