El ministro de Gobernación de Guatemala, Francisco Jiménez, se reúne con la cuestionada fiscal general, Consuelo Porras, como representante del presidente Bernardo Arévalo en lo que parece ser un largo episodio de una novela en que los protagonistas no están dispuestos a ceder en sus posiciones.
Tras dos desplantes de Porras a la presidencia para una esperada sesión, Arévalo le pagó con la misma moneda a la funcionaria tras una invitación en la sede fiscal.
Jiménez y sus viceministros y el director de la Policía Nacional Civil llegaron este miércoles y se espera un informe de los resultados del encuentro.
El presidente Arévalo insiste en que Porras, quien encabezó una persecución político judicial en su contra, deponga el cargo, algo que ella ha dejado claro que no hará.
La funcionaria es considerada corrupta y antidemocrática, incluso ha sido sancionada, junto a sus ayudantes, por el gobierno de Estados Unidos.
La fiscal trató de inhabilitar al mandatario para que no asumiera el Ejecutivo, por medio de acciones judiciales que llevaron a anular jurídicamente a su partido, el Movimiento Semilla.