La presencia de fondos ilícitos del narcotráfico y el alto nivel de abstencionismo, fueron las principales preocupaciones de la Misión de Observadores Electorales (MOE) de la Organización de Estados Americanos (OEA) durante las elecciones municipales que se celebraron en Costa Rica el pasado 4 de febrero, según el informe preliminar del organismo.
“La Misión tomó nota de una preocupación creciente de varios actores con los que se reunió por el riesgo del ingreso del crimen organizado y, con ello, de fondos ilícitos (especialmente provenientes del narcotráfico) en la competencia política. Teniendo en cuenta lo anterior, la Misión considera importante que se generen espacios de análisis para conocer la dimensión y enfrentar esta problemática”, advierte la MOE en su reporte.
La Misión de la OEA en Costa Rica, integrada por 14 personas de ocho países y dirigida por el sociólogo y diplomático uruguayo, Juan Pablo Corlazzoli, realizó un análisis sustantivo de distintos aspectos clave del proceso electoral como organización y tecnología electoral, financiamiento político, justicia electoral y participación política de las mujeres.
Según el informe, “la Misión ve con preocupación que la participación en el proceso electoral haya disminuido aún más, dado que sólo alrededor del 31% de la población acudió a las urnas”.
“El índice de abstencionismo sigue siendo un desafío para las elecciones municipales y para la democracia en Costa Rica. La MOE/OEA destaca la importancia de considerar cada proceso electoral como una oportunidad para que la ciudadanía haga valer su voz. En ese sentido, dada la dimensión del desafío, insta a los diversos actores a sumar esfuerzos a fin de revertir este escenario de desconexión entre representantes y representados”, dice el reporte.
Elogios al TSE
El informe de la Misión electoral resalta la solidez y profesionalismo demostrado por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y asegura que el organismo tiene capacidades robustas para cumplir con sus funciones fiscalizadoras.
“Esta labor constituye un insumo fundamental para el ejercicio de la potestad sancionadora del organismo electoral y para la conducción de investigaciones penales a cargo del Ministerio Público”, señalan.
La misión también reconoce los esfuerzos de las instituciones costarricenses con el objetivo de generar mayor apertura y consolidar la participación política de la ciudadanía en condiciones de equidad, así como garantizar la alternancia en el poder, pilar fundamental de un sistema democrático.
Además, destacan que esta fue la primera elección municipal en que se aplicó la paridad de género para la conformación de listas en sus dos dimensiones (horizontal y vertical) y para todos los cargos (plurinominales o uninominales), y en la que se prohibió la reelección inmediata e indefinida de autoridades municipales.