Este 4 de agosto se cumple un año desde que la policía al servicio del régimen sandinista asaltó la casa cural donde se refugiaba monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y Estelí, quien purga una condena arbitraria de 26 años de cárcel por presuntos delitos atribuidos por la dictadura de Nicaragua.
En agosto de 2022, un contingente policial a cargo del comisionado general Ramón Avellán Medal, apostado días atrás en la puerta principal de la casa cural, asaltó el edificio por la fuerza y apresó a Álvarez y a otros 6 religiosos y laicos.
Mañana un año que Monseñor Alvarez, fue bloqueado a salir en la Episcopal de Matagalpa. pic.twitter.com/gsoVMbuifo
— Martin R.O. (@Veranonegro1246) August 3, 2023
Avellán, sancionado por crímenes de lesa humanidad y a quien los Estados Unidos le achaca 107 asesinatos de manifestantes civiles en las protestas de abril de 2018, secuestró al obispo quien permaneció detenido sin cargos durante más de 100 días hasta que en diciembre fue acusado por los delitos de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias”.
Condenado en plaza pública
El religioso fue presentado en juicio ante los jueces sandinistas, también sancionados por corrupción y abusos de derechos humanos, en ropas civiles desde la cárcel El Chipote, centro de torturas policiales.
Luego fue aislado y se supo del obispo en febrero de este año, cuando la dictadura de José Daniel Ortega Saavedra y Rosario María Murillo Zambrana subieron en un avión a 222 presos políticos y los desterraron para luego despojarlos de su nacionalidad y confiscar sus bienes.
Monseñor Álvarez se negó a abandonar su país y un Ortega rabioso y furibundo lo condenó en plaza pública.
Al día siguiente el magistrado sandinista Octavio Rothschuh Andino, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua lo sentenció a 26 años de cárcel.
Ortega no ha podido doblegarlo
De nuevo fue enviado a celdas de máximo seguridad en el sistema penitenciario y se volvió a saber de él en julio, cuando una misión del vaticano intentó negociar con la dictadura de Ortega y Murillo una liberación del religioso de 56 años, que se vio abortada porque de nuevo el obispo se negó al exilio forzado.
De nuevo, enfurecido, el dictador lo volvió a encerrar en celdas de castigo en las mazmorras del sistema penitenciario.

Desde entonces, su nombre ha vuelto a resonar con fuerza en voces democráticas de todo el mundo.
Por el obispo han abogado gobiernos, miembros de foros internacionales, figuras mundiales, como el presidente brasileño Lula da Silva y el propio papa Francisco, quien llamó “desequilibrado” al dictador Ortega y comparó su régimen con las dictaduras hitlerianas y comunistas de la historia.
Propuesto al Nobel de la paz
Mientras monseñor Álvarez continúa en prisión, cientos de personalidades y organizaciones de derechos humanos lo han promovido como candidato al premio Nobel de la paz y lo han propuesto al premio Sájarov 2023 de la Unión Europea, el máximo galardón en homenaje a las víctimas de la represión en defensa de la paz y la democracia.
Y en homenaje al aniversario de su cruel encierro, laicos y católicos autoconvocados de todo el mundo promueven la campaña “Eucaristía para monseñor Rolando Álvarez”.
En esta jornada, abogan desde blogs, redes sociales y espacios cívicos y digitales, por la liberación del religioso y de otros siete sacerdotes encarcelados por la dictadura sandinista.
Una oración por el obispo
La campaña es divulgada e impulsada por Acción Dale Vida a Nicaragua, junto con Radio A&B en redes sociales con una imagen de monseñor Álvarez, en la que se lee: “Apoya la campaña: Eucaristía para monseñor Rolando Álvarez”.
“Invitamos al pueblo nicaragüense a demandar a que muestren a monseñor Rolando Álvarez y que también pueda recibir la comunión que le ha sido negada desde hace un año”, indica parte de la publicación de promoción de la campaña.
Desde esa campaña se invita a los nicaragüenses a “asistir a misa y comulgar” el próximo viernes 4 de agosto, durante la conmemoración de San Juan María Vianney, día que por el ser primer viernes del mes también es dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, “como acto penitente y de comunión por monseñor Rolando Álvarez y su actual situación de no comulgar por un año”.
“Sigamos alzando nuestra voz por nuestro obispo, por nuestra Iglesia y por nuestra Nicaragua”, resalta la convocatoria.