El Gobierno de Panamá expresó su optimismo sobre el futuro de las relaciones bilaterales con Estados Unidos, a pesar del cambio de administración en Washington, tras la elección de Donald Trump como presidente.
El presidente José Raúl Mulino, acompañado de los ministros de Relaciones Exteriores, Javier Martínez-Acha Vásquez, y de Seguridad, Frank Ábrego, sostuvo una reunión con la embajadora estadounidense en Panamá, Mari Carmen Aponte, para analizar diversos temas de interés común y la agenda bilateral.
El encuentro, realizado en el Palacio de Las Garzas, se caracterizó por un tono cordial y respetuoso, según explicó Martínez-Acha. Durante la reunión, se evaluó la cooperación entre ambos países en áreas clave como la migración irregular, un tema que ha adquirido relevancia en la política panameña, especialmente en la frontera con Colombia, donde miles de migrantes transitan por la peligrosa selva del Darién.
Desde el Palacio de las Garzas, el canciller @javierachapma acompañó al presidente @JoseRaulMulino en una reunión con la embajadora de EE.UU. en Panamá, Mari Carmen Aponte, para analizar la agenda bilateral y fortalecer la cooperación entre ambas naciones. pic.twitter.com/RpRLthv6z1
— Cancillería de Panamá (@CancilleriaPma) November 23, 2024
El canciller resaltó la importancia de las estrategias implementadas, como los vuelos de repatriación de migrantes, que han sido clave para mitigar este fenómeno.
Martínez-Acha enfatizó la preocupación de Panamá por la seguridad en su frontera y la protección de los derechos humanos de los migrantes.
A pesar de los esfuerzos humanitarios, el gobierno panameño también enfrenta el desafío de frenar la presencia de organizaciones criminales involucradas en el tráfico de personas, lo que complica aún más la situación en la región.
Otro punto destacado fue el papel de Panamá en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
A partir de enero de 2025, Panamá ocupará un asiento no permanente en dicho organismo, lo que, según el canciller, fortalecerá el liderazgo internacional del país.
“Panamá será un miembro coherente, responsable y un país que promoverá el diálogo y los consensos para resolver los grandes conflictos internacionales”, aseguró Martínez-Acha.
Por último, el Gobierno panameño se mostró confiado en que, independientemente de quién ocupe la Casa Blanca, la agenda de seguridad de Panamá continuará alineada con la de Estados Unidos.
Apesar de la transición política en Estados Unidos. las autoridades panameñas mantienen la expectativa de una relación positiva y productiva con la administración de Trump, particularmente en temas de seguridad y cooperación bilateral.