El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, no se anduvo con medias tintas: la Nicaragua de Daniel Ortega es una “dictadura pura y dura” y El Salvador de Nayib Bukele apunta a una deriva autoritaria.
En medio de una crisis que él mismo ha calificado como “intento de golpe de estado” en su contra, Arévalo, un progresista que no tiene empacho en aceptarlo, dijo que los vecinos del que será su gobierno tienen tela que cortarles.
“No es algo que yo haría (la reelección), porque creo que es algo que iría en contra de los principios, así que es claramente algo que cuestiona los principios democráticos”, dijo en un conversatorio al referirse a las intenciones del salvadoreño Nayib Bukele de buscar la casi probable reelección.
“Tendremos que observar si es algo que se convierte en una deriva autoritaria”, añadió.
Hasta entonces, advirtió, no podría emitir un juicio.
Arévalo habló así en una conferencia con periodistas en el Foro CAP que organiza el medio salvadoreño El Faro en Antigua, Guatemala.
Consuelo Porras ha llegado a límites ridículos y es un peligro para la libertad de expresión.
— Bernardo Arévalo (@BArevalodeLeon) October 27, 2023
Sin embargo, en el caso nicaragüense, donde Daniel Ortega hace y deshace con el gobierno, “es una dictadura pura y dura”.
En cuanto a Venezuela, el referente político nicaragüense y hondureño, dijo que “un gobierno que no permite elecciones libres no es un gobierno democratico”.
Aseguró que respecto a Guatemala, la persecución política de parte del Ministerio Público continuará.
Dijo que su lucha no es por su mandato y su partido, sino por el sistema democrático.