Nicaragua sufre su mayor éxodo en la historia bajo segunda dictadura sandinista

Más de 600,000 nicaragüenses han huído de la represión de la dictadura en los últimos años. En los 80, unos 400,000 salieron del país, durante el primer régimen sandinista.

Por segunda vez en su historia, el partido izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional, esta vez bajo control de la familia Ortega-Murillo, ha provocado el mayor éxodo de nicaragüenses en la historia del país centroamericano al motivar la migración de más de 600,000 habitantes.

El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, desde el exilio, ha emitido una declaración dramática en el Día Internacional del Migrante, enfocando su atención en la alarmante situación de Nicaragua bajo la dictadura de la familia Ortega-Murillo, atornillada en el poder desde 2007 en su segunda dictadura.

La primera de ellas duró 11 años consecutivos (1979-1990) y había provocado el desplazamiento de más de 400,000 nicaragüenses por la situación de guerra civil provocada por los abusos del régimen sandinista contra la población campesina y urbana. 

Según el colectivo, desde abril de 2018, Nicaragua ha experimentado un estado de excepción de facto, resultando en la anulación de la democracia y un deterioro económico significativo mientras el país vive bajo un estado de control policial y terrorismo paramilitar.

181223 Dia Inter Persona Migrante_231218_123855

De acuerdo a los datos del organismo de derechos humanos, a septiembre de 2023, al menos 642,397 nicaragüenses han sido forzados a desplazarse fuera del país, con proyecciones de que esta cifra alcance 804,000 personas para fin de año, lo que representaría el 11.34% de la población del país.

El Colectivo destaca las difíciles condiciones enfrentadas por estas poblaciones en el exilio, incluyendo rupturas familiares, estigmatización, discriminación y vulnerabilidad.

Además, el Colectivo resalta que el exilio ha sido antecedido por un patrón de persecución, estigmatización y criminalización por parte del régimen, afectando no solo a quienes se consideran opositores, sino también a sus familias.

Muchos de los exiliados sufrieron inicialmente un desplazamiento forzado interno antes de abandonar el país por vías irregulares, aumentando su vulnerabilidad, dijo el organismo.

Otros han sido desterrados de hecho por dos formas: una es montándolos obligados en avión a otros países, principalmente a sacerdotes, periodistas, empresarios y líderes políticos de oposición, y otra manera ha sido obligarlos a cruzar fronteras vecinas o impidiendo su retorno a Nicaragua después de un viaje legal.

La situación ha impactado especialmente a poblaciones vulnerables como la adulta mayor, mujeres, LGBTIQ+, indígenas y afrodescendientes, exacerbando una discriminación histórica.

El Colectivo también informa sobre la confiscación y cierre de medios de comunicación y ONG, así como sobre detenciones arbitrarias y actos de violencia estatal contra civiles de todo tipo, incluyendo sacerdotes, docentes, estudiantes, campesinos, periodistas y otros.

Además, el Colectivo denuncia un nuevo método de represión: la apatridia de facto, donde nicaragüenses son impedidos de entrar a su país por ser considerados “traidores al Gobierno” o por ser familiares de personas políticamente perseguidas. 

“Esta situación viola los derechos humanos, forzando al exilio y anulando la personalidad jurídica de las víctimas”, dijo el organismo.

En el Día Internacional del Migrante, el Colectivo hizo un llamado a la comunidad internacional para aumentar el apoyo a los países receptores y a los exiliados nicaragüenses, facilitando su integración social y económica.

Además, solicita acciones para exigir el cese de la represión y el destierro forzado en Nicaragua, y la liberación de todas las personas presas políticas.

Exit mobile version