El obispo católico de Matagalpa, Rolando Álvarez, no está entre los 222 presos políticos liberados este jueves por la dictadura Ortega-Murillo, según el listado divulgado por los jueces del régimen.
Según fuentes políticas, Álvarez se habría negado a ser desterrado a Estados Unidos, como fueron obligados el resto de presos políticos.
Álvarez es el primer obispo juzgado por la dictadura. Un segundo obispo, Silvio Báez, tuvo que exiliarse hace cuatro años tras recibir amenazas de la dictadura. Una veintena de sacerdotes y diáconos también han sido enjuiciados y algunos condenados por jueces de la dictadura nicaragüense. Además, docenas han tenido que exiliarse.
Entre los sacerdotes liberados están Óscar Benavides, Raul Antonio Vega, Ramiro Tijerino, Sadiel Eugarrios, José Luis Díaz Cruz y el seminarista Melkin Centeno.
A Álvarez le adelantaron el juicio en su contra, previsto inicialmente el 28 de marzo para el 15 de febrero. El obispo, de 56 años, es un férreo crítico de la dictadura Ortega-Murillo, sufrió acoso, persecución y hostigamiento del régimen que incluso le llegó a impedir salir de la Curia episcopal de Matagalpa para poder oficiar misa en la Catedral de la ciudad.
El 19 de agosto pasado, fuerzas de seguridad de la dictadura irrumpieron en la Curia episcopal de Matagalpa y lo capturaron violentamente junto a sacerdotes y laicos que lo acompañaban en ese momento. Álvarez fue golpeado por policías del régimen orteguista.