Obispo español compara la dictadura Ortega-Murillo con Herodes

En un encuentro fortuito, monseñor José Ignacio Munilla reconoció al nicaragüense Rolando Álvarez y con un abrazo le externó su admiración. Dijo que el accionar de la dictadura es inconcebible.

Monseñor Rolando Álvarez, nicaragüense desterrado, es saludado en las calles de Roma, Italia, por el obispo de Orihuela-Alicante, España, monseñor José Ignacio Munilla.

En un emotivo encuentro en las calles de Roma, Italia, el obispo de Orihuela-Alicante, monseñor José Ignacio Munilla, se encontró con su par, Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, quien fue desterrado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua. 

“¡Doy gracias a Dios por este encuentro fortuito!”, expresó Munilla en sus redes sociales tras el encuentro.

El obispo español relató en su programa radiofónico Sexto Continente, transmitido en Youtube los detalles del momento en que reconoció a Álvarez cerca de la Escala Santa en Roma. 

Al identificarlo, se acercó y lo saludó efusivamente: “¿Usted no es monseñor Rolando Álvarez?”.

Al recibir la afirmación del prelado nicaragüense, ambos se abrazaron con profunda emoción. 

Munilla aprovechó la ocasión para expresarle el respaldo y la oración constante de la Iglesia en España por su causa.

Compara la dictadura con Herodes

El obispo Munilla comparó la persecución de la Iglesia en Nicaragua con la historia de Herodes, quien, dominado por el miedo y la culpa, ordenó el asesinato de inocentes.

“La conciencia de los tiranos no les deja en paz. Así como Herodes se atormentaba por haber mandado a ejecutar a Juan el Bautista y temía que hubiera resucitado, así también la dictadura de Ortega y Murillo ve enemigos en todo aquel que predica la verdad y la justicia”, afirmó Munilla.

En su opinión, la dictadura nicaragüense busca silenciar toda oposición moral, incluso persiguiendo a quienes solo se dedican a la oración y el servicio espiritual.

La indignación del obispo español también responde a la reciente expulsión de 30 monjas clarisas de Nicaragua, quienes fueron obligadas a abandonar sus conventos sin posibilidad de llevar consigo ninguna pertenencia.

“Es incomprensible cómo pueden considerar una amenaza a unas religiosas de clausura cuyo único cometido es rezar y servir a Dios. La dictadura ha mostrado su verdadera cara con este nuevo atropello”, denunció Munilla.

Según él, la expulsión de las monjas es una evidencia más de la radicalización del régimen contra la Iglesia católica en Nicaragua.

Nicaragua, ubicada en el corazón de Centroamérica, vive desde 2018 un periodo de represión creciente bajo el gobierno de Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

Tras el estallido de protestas antigubernamentales en abril de 2018, la dictadura respondió con violencia extrema, dejando cientos de muertos, miles de exiliados y un clima de censura absoluta.

La Iglesia Católica ha sido una de las instituciones más perseguidas, con sacerdotes encarcelados, templos asaltados y obras sociales confiscadas por el gobierno.

El caso de monseñor Rolando Álvarez ha sido uno de los más emblemáticos de esta persecución. 

En 2022, tras denunciar los abusos del régimen, fue arrestado, condenado a 26 años de prisión y luego desterrado a Roma.

La comunidad internacional ha condenado repetidamente las violaciones a la libertad religiosa y los derechos humanos en Nicaragua, pero Ortega y Murillo han seguido intensificando su ofensiva contra la Iglesia y cualquier voz crítica.

El encuentro en Roma entre Munilla y Álvarez simboliza la solidaridad de la Iglesia mundial con los cristianos perseguidos en Nicaragua.

“Sigamos orando por la Iglesia perseguida en Nicaragua y en todo el mundo”, concluyó el obispo español, reafirmando su compromiso con la defensa de la libertad religiosa.

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