El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez quien se encuentra exiliado en Estados Unidos, lanzó una fuerte crítica a lo que llamó “militares altaneros y corruptos”, en una clara referencia al discurso del jefe del Ejército de la dictadura de Daniel Ortega, Julio César Avilés la semana pasada.
“La voz profética se alza hoy también contra los militares altaneros, corruptos y culpables de crímenes de lesa humanidad: Dejen de amenazar las voces libres que claman por justicia y, si alguna vez tuvieron fe, vuelvan a Dios, pidan perdón por sus delitos y cambien de vida”, reflexionó Báez, durante la homilía del domingo celebrada en la Iglesia Católica Santa Agatha, en Miami.
Báez hablaba de la historia del profeta bíblico Ezequiel, a quien se le orientó denunciar el mal y actuara como centinela de acuerdo a las sagradas escrituras y que el prelado utilizó para reflexionar alrededor de los ataques verbales hechos recientemente por el jefe el Ejército de Nicaragua Julio César Avilés.
El obispo también fustigó a los policías acusados de violaciones y abusos de derechos humanos.
“La voz profética se alza hoy también contra la policía que reprime, encarcela y tortura a inocentes: Ustedes están para servir al pueblo, no para aplastarlo. Respeten a la gente, no sean sumisos a órdenes inhumanas. Reflexionen, pidan perdón a Dios y sirvan la justicia”, señaló Báez.
“La voz profética se alza hoy contra aquellos que merodean los templos para asustar y espiar a sacerdotes valientes que anuncian la palabra de Dios: Reconozcan su servilismo y la inutilidad de su intento por acallar la voz de Dios. Pidan perdón al Señor, vuelvan a él y cambien de vida”, recomendó el líder religioso.
Contra cómplices del régimen
Además, advirtió que “la voz profética se alza contra los voceros del régimen y todos sus cómplices que por dinero se arrastran ante el poder para ser cómplices de la corrupción, servidores de la mentira y viles artesanos de ofensas. Sientan vergüenza de su bajeza y, si alguna vez tuvieron fe, reconozcan que están equivocados, pidan perdón a Dios y cambien de vida”.
El obispo dijo que “Jesús invita a corregir con firmeza a quien ha actuado mal. Lo peor que podemos hacer es cerrar los ojos y fingir que no ha pasado nada con la excusa de evitar tensiones en la convivencia; o, peor aún, guardar silencio para no quedar mal o ser rechazados, lo cual nos hace cómplices del mal”.
La reflexión del líder religioso se presenta ante las amenazas hechas por el General del Ejército nicaragüense, Julio César Avilés, luego que se realizara una investigación periodística que saca a luz actos de corrupción de la institución militar. La máxima autoridad de la institución castrense despotricó ante la prensa independiente en el marco de la celebración del aniversario de este ente armado.
“A estos vividores y mercenarios (periodistas) les decimos con la patria, con la dignidad y el honor del Ejército de Nicaragua no se juega”, amenazó el militar, que se encontraba junto a Daniel Ortega y Rosario Murillo, usando un lenguaje muy similar a los utilizados por ambos dictadores en sus intervenciones públicas y televisadas.
El obispo estimó que un profeta carga sobre sus hombros la historia de su pueblo, a pesar de lo que eso implica y se materializa en la “humillación, opresión, exilio y muerte. Si los profetas no cumplen con su misión son, como decía el profeta Isaías, perros mudos, incapaces de ladrar”.