El presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), cardenal Jean-Claude Hollerich, expresó este jueves su solidaridad con la Iglesia Católica de Nicaragua y pidió la liberación de los detenidos.
En una carta, el cardenal Hollerich, pidió a las autoridades nacionales nicaragüenses que liberaran inmediatamente al obispo Rolando Álvarez y a los demás detenidos, acusados falsamente de conspiración contra la integridad nacional y de difundir noticias falsas. Hollerich expresa la cercanía y la solidaridad de los obispos de la Unión Europea por el momento difícil al que se enfrenta la Iglesia Católica local debido a la persecución sistemática llevada a cabo por las autoridades.
“Estamos siguiendo de cerca el desarrollo de la situación en Nicaragua, marcada por la persecución de la Iglesia Católica y sus fieles”, dice la carta.
“Como obispos de COMECE, estamos comprometidos a promover la libertad, la democracia y la justicia en Nicaragua a través de nuestro diálogo regular con los representantes de las instituciones de la Unión Europea”, señala la misiva dirigida a Monseñor Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
La justicia nicaragüense -controlada por la dictadura Ortega Murillo- ha encarcelado a cuatro sacerdotes y los ha condenado a diez años de prisión, como parte de su represión integral y continua contra la disidencia, mientras que el obispo Rolando Álvarez de Matagalpa sigue bajo arresto y su juicio ha sido adelantado al 15 de febrero.
La sentencia contra los sacerdotes se anunció el lunes después de un juicio a puerta cerrada. Los sacerdotes convictos habían trabajado con el obispo Álvarez, que fue violentamente sacado de la curia de Matagalpa en agosto de 2022.
Los cuatro sacerdotes fueron condenados por conspiración para socavar la seguridad y la soberanía nacional, además de difundir noticias falsas en un juicio a puerta cerrada, sin abogados particulares. Dos seminaristas y un camarógrafo del canal católico también fueron declarados culpables . Todos estaban trabajando con el obispo de Matagalpa Rolando Álvarez.
La dictadura nicaragüense además ha expulsado a las Hermanas de la Caridad Madre Teresa y al Nuncio Papal, el arzobispo Waldemar Stanislaw Sommertag, en 2022.