OEA condena reforma golpista en Nicaragua

El régimen Ortega-Murillo refuerza su maquinaria represiva, condenando al país a un futuro de mayor opresión, aislamiento y pobreza, dijo el secretario general de la OEA.

Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) emitió un duro comunicado en el que rechazó y repudió la reforma constitucional propuesta por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.

Según el organismo, esta iniciativa es “una aberrante forma de institucionalización de la dictadura matrimonial” y representa un ataque frontal contra los últimos vestigios de democracia en el país centroamericano.

La OEA calificó la reforma como ilegítima tanto en su forma como en su contenido, señalando que está diseñada para consolidar el control absoluto del Estado por parte de la pareja Ortega-Murillo.

“Es una agresión definitiva al Estado de Derecho Democrático”, enfatizó el comunicado, que denunció además el carácter represivo y autoritario de las modificaciones propuestas.

Daniel Ortega y Rosario Murillo, la pareja de dictadores que gobierna Nicaragua.

Una dictadura institucionalizada

Según el comunicado de la OEA, la reforma no solo perpetúa al régimen en el poder, sino que también destruye principios fundamentales de la democracia, como la separación de poderes y el respeto a los derechos humanos.

La OEA y la oposición calificó estas modificaciones como una “masacre constitucional”, diseñada para eliminar cualquier posibilidad de transición democrática en Nicaragua.
Llamado a la comunidad internacional

La OEA instó a la comunidad internacional a redoblar la presión sobre el régimen de Ortega-Murillo.

“El rechazo a la dictadura y sus acciones debe seguir siendo total”, señaló el organismo, subrayando la necesidad de sanciones más severas y un esfuerzo coordinado para aislar al régimen en el ámbito internacional.

Un futuro sombrío para Nicaragua

Con estas reformas, Nicaragua se aleja aún más de los principios democráticos consagrados en la Carta Democrática Interamericana, a la renunció en 2021 tras asaltar su sede diplomática, robar sus bienes y confiscar el edificio.

El régimen Ortega-Murillo refuerza su maquinaria represiva, condenando al país a un futuro de mayor opresión, aislamiento y pobreza, dice Almagro.

La comunidad internacional enfrenta ahora el desafío urgente de frenar esta consolidación autoritaria y trabajar por la restitución de los derechos del pueblo nicaragüense.

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