Connotados opositores nicaragüenses advirtieron este sábado que el nombramiento de un embajador de la dictadura Ortega-Murillo ante el régimen de los talibanes en Afganistán es una declaratoria expresa que son enemigos de occidente y se han alineado con los peores regímenes del mundo.
“La política exterior de Ortega y Murillo, al romper con las democracias occidentales y acercarse a las más perversas autocracias, refleja una estrategia calculada para mantener su dictadura a costa de los derechos y libertades del pueblo nicaragüense”, dijo el politólogo Félix Maradiaga, presidente de la Fundación Libertad, al comentar el nombramiento de Michael Campbell como embajador concurrente ante el régimen de Kabul.
“Esta política no solo demuestra su desprecio por la democracia y los derechos humanos, sino que también subraya su voluntad de alinearse con los regímenes más represivos del mundo para asegurar su propia supervivencia”, agregó Maradiaga, expreso político y exprecandidato presidencial.
Por su parte, otro destacado opositor, Juan Sebastián Chamorro, advirtió que “con esta medida, Ortega quiere demostrarle al mundo que es enemigo de occidente, de la democracia y de la libertad”.
“Al menos el mundo estará más que claro”, subrayó Chamorro, también expreso político y exprecandidato presidencial.
El exembajador nicaragüense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, señaló el riesgo que después del establecimiento de relaciones con los talibanes, “muy pronto vendrían lo vuelos con libre visado”.
“Estados Unidos debería tomar nota de esto. Nicaragua es trampolin perfecto para migración ilegal”, señaló McFields.