El director de la Fundación Libertad, Félix Maradiaga, sostuvo esta semana una serie de reuniones con altos funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos, en un esfuerzo por denunciar la represión ejercida por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y reforzar la presión internacional en favor del restablecimiento de la democracia en Nicaragua.
Aunque no reveló los nombres de los funcionarios presentes, Maradiaga destacó que fue recibido con apertura por parte de delegados de la nueva administración del presidente Donald Trump, con quienes compartió un “diálogo profundo y franco” sobre la crisis política, social y humanitaria que atraviesa el país centroamericano.
“Es fundamental que el pueblo nicaragüense sepa que no está solo. Ni los que están adentro, ni los que estamos fuera hemos olvidado nuestra causa común. Mientras tengamos voz, la alzaremos para exigir libertad y justicia”, expresó Maradiaga en un mensaje difundido a través de la red social X.
Durante el encuentro, Maradiaga y otros representantes del exilio abordaron temas clave como la represión transnacional ejercida por el régimen sandinista, la persecución contra la Iglesia Católica, las condiciones de los presos políticos y el limbo migratorio de los miles de nicaragüenses exiliados.
Seguimos denunciando sin descanso los crímenes de la dictadura sandinista y alzando la voz por quienes dentro de Nicaragua quisieran hablar, pero no pueden por la censura y la persecución. También abogamos por nuestros hermanos en el exilio, especialmente aquellos atrapados en un… pic.twitter.com/xVIFfNnLUK
— Félix Maradiaga (@maradiaga) April 23, 2025
Según el activista, se propusieron medidas concretas para que Estados Unidos incremente la presión diplomática y política sobre Ortega y Murillo.
Estas reuniones se producen días después de que el secretario de Estado, Marco Rubio, anunciara el pasado 18 de abril —coincidiendo con el séptimo aniversario de la rebelión cívica en Nicaragua— la imposición de restricciones de visado a 250 funcionarios del régimen y personas cercanas al círculo presidencial, como parte de una nueva estrategia de sanciones del gobierno de Trump.
Félix Maradiaga, excandidato presidencial y prisionero político liberado en 2023 tras pasar más de 600 días en régimen de aislamiento, fue desterrado por el régimen junto a más de 220 nicaragüenses y despojado de su nacionalidad.
Desde entonces, ha liderado campañas de denuncia internacional y actualmente dirige la Fundación Libertad, con sede en Estados Unidos.
El Departamento de Estado bajo la actual administración republicana ha retomado un discurso más agresivo hacia Managua, calificando al régimen de Ortega-Murillo como una amenaza regional y reiterando su respaldo a la oposición democrática.
Washington ha acusado reiteradamente al régimen de Nicaragua de cometer crímenes de lesa humanidad, consolidar una dictadura familiar y utilizar mecanismos de represión masiva contra opositores, periodistas, religiosos y ciudadanos críticos.